Por José Sarzi Amade y Leonor Taiano Campoverde
En la entrevista que Alfredo A. Ballester concedió para Mito, el autor cubano-estadounidense habla de la importancia histórica, social, psicológica y literaria de su obra. Ballester habla desde la perspectiva del perseguido político, del especialista en historia, del activista político y del especialista en derecho penal. Es una entrevista que os dejará huellas…
La obra de Alfredo A. Ballester es de gran importancia para quienes estudian la historia cubana y la literatura del exilio. Además, es una fuente de información para aquellos que luchan por los derechos humanos y buscan textos que denuncien los abusos de los totalitarismos.
Efectivamente, Ballester ha asumido su papel de embajador de los reclusos cubanos comunes, militares y políticos; por ello, su obra pone a la luz la verdad sobre las cárceles cubanas, sobre la tortura física y mental que se sufre mientras se es privado de la libertad.
El autor cubano afirma que su obra representa la historia de la gota de sudor del condenado, del hongo de su piel y de la mirada hundida sin brillo. Ballester escribe para salir del “silencio del olvido” y porque desea “sacar a la luz el olor del moho y el dolor del torturado es ir a arder en la hoguera, que echen leña”.
Su obra es sin duda uno de los mejores exponentes de la literatura comprometida cubano-americana producida en Miami, pues denuncia y desenmascara los mitos de una revolución que, pretendiéndose igualitaria, fue fuente de marginación y tortura.
Revista Mito: Estimado Alfredo, muchas gracias por haber aceptado esta entrevista.
Alfredo Ballester: Gracias a ustedes por el interés y la oportunidad que me brindan para dar a conocer mis obras y con ellas mis mensajes históricos, sociales y psicológicos.
Revista Mito: ¿Se considera usted un exponente de la literatura anti-castrista?
Alfredo Ballester: Prefiero ser considerado un protagonista de los hechos históricos ocurridos durante mi vida, y aunque soy una víctima, un sobreviviente más de ese régimen, solo me inclino a exponer la verdad. Ciertamente en mis obras hay denuncias, pero considerando que la política hace traidores o héroes, según el gobierno de turno, prefiero tratar los hechos, personajes, cronología, causas y efectos.
Revista Mito: ¿Existen ecos autobiográficos en su obra?
Alfredo Ballester: Por supuesto que sí, en todas hay vivencias reales, sentimientos y pensamientos, bien como protagonista o testigo fiel.
Revista Mito: ¿Por qué escribió un libro sobre Aramís Taboada? ¿Cuáles son los motivos que determinan su texto Aramís Taboada: Escritos poesías y testimonios?
Alfredo Ballester: Por tres razones: La primera, para dar a conocer que desde el fondo de una celda, el ser humano también se inspira para dejar por escrito lo que siente, así sea en forma poética o en prosa; la segunda, para que el mundo sepa que el Dr. Aramís Taboada González era amigo íntimo de Fidel Castro, incluyendo que este último participaba en cenas familiares en la familia Taboada, y una vez en prisión el Dr. Taboada, estando muy enfermo a causa de varios infartos cardiacos y cáncer en la próstata, un amigo en común de ellos se le acercó a Fidel Castro y le pidió que soltara a Taboada, que él no había atentado contra la revolución. Fidel Castro le contesto:
“dile de mi parte que cumpla todo el tiempo que él pueda”, dejándolo morir sin la debida asistencia médica, sin considerar que Taboada, había abogado por él en varias ocasiones, incluyendo la solicitud de amnistía de la cual Fidel se benefició.
Y tercera, porque hay organizaciones del exilio cubano en Miami, que tienen al Dr. Aramís Taboada en listas donde aparecen los fusilados por el régimen de Castro, cuando es incierto, lo que hace perder credibilidad a los exiliados. Cuando uno ejerce como historiador, debe respetar el pensamiento del filósofo y político Marco Tulio Cicerón, al decir: “La primera ley de un historiador es no atreverse a mentir; la segunda, no tener miedo a la verdad”.
El título es motivado a que hay escritos redactados por mí como autor del libro. Poesía ya que yo era el albacea dentro de la prisión de Taboada, quien me dejó cierta cantidad de sonetos escritos en la cárcel, y pensé que debía darlos a conocer, y testimonios a que en el libro aparecen declaraciones de conocidos de Taboada, que dan fe de su personalidad.
Revista Mito: ¿Cuál es la función de los recuerdos en Memorias de ABECEDARIO?
Alfredo Ballester: Exponer los hechos que se están quedando sepultados en el silencio del olvido, y que si hoy no se dejan por escritos, los historiadores del futuro no tendrán fuentes de dónde obtener la verdad. Conocemos de nuestros independentistas cubanos como José Martí, Ignacio Agramonte, Antonio y José Maceo, por citar algunos, gracias a los escritores de aquella época, no vivimos con ellos.
Revista Mito: ¿Cree que este libro demuestra la realidad íntima de Cuba? (más allá de lo que nos dicen los libros de historia)
Alfredo Ballester: Sí la demuestra, y no solo este libro, todas mis obras están basadas en la verdad, como miembro de la Academia de la Historia de Cuba en el extranjero, estoy en la obligación de mantener lo verídico , sea cual sea su precio y sea cual sea el tema, sea histórico, social, cultural o sentimental.
Recordemos, que nuestra República se constituyó en al año 1902, pasado 57 años hubo un cambio radical que ha durado otros 57 años más. De no haberse escrito de las primeras décadas del siglo pasado, hoy en día no sabríamos de los hechos anteriores. Hoy nos corresponde escribir a nosotros de estas últimas casi 6 décadas, para que en el futuro puedan conocer también de los hechos.
Revista Mito: ¿Podría explicarnos el título del texto?
Alfredo Ballester: Memorias de Abecedario, significa las testificación de alguien representando desde la A hasta la Z, todos, no importa si eran presos comunes, militares o políticos; y el subtítulo, “ex condenado a muerte y presidiario en Cuba” es porque no solo doy a conocer la vida dentro de la prisión, sino que una vez que se logra la supuesta “libertad” llegan los tropiezos en la sociedad, donde son marginados, por eso siempre he dicho:
“Los reclusos en Cuba, que piensen que por salir de una cárcel han dejado atrás la condena, sea común, militar y sobre todo política, se engañan, porque ahí termina el suplicio, pero comienza la odisea.
Una vez dejada atrás la cárcel, quedas marcado de por vida y, si analizamos bien las circunstancias sociales, simplemente no obtienes la libertad, solo un traslado de penitenciaria”:
No es un temor a la muerte, es un valor a la vida.
Incluso, reflexiones de la forma de pensar de un condenado a muerte a sus 19 años de edad, muy interesante para los estudiosos de la mente humana. Y contradicciones legales que de ser analizadas, son manejadas al antojo para clasificar a los juzgados dependiendo de hasta dónde quieran perjudicarlos.
Revista Mito: ¿Cuál es la diferencia de esta obra con Diario personal de Abecedario?
Alfredo Ballester: Muchas de las anécdotas del libro Memorias de Abecedario, fueron extraídas del Diario personal de Abecedario, protagonista, solo que el diario es más detallado y no entendí posible publicar minuto a minuto sus vivencias, sino las más significativas, de lo contrario mi obra tendría varios tomos.
Revista Mito: ¿Qué significado tiene el maniquí que usted siempre lleva a la presentación de sus obras?
Alfredo Ballester: El maniquí representa a Abecedario, sabemos que una imagen vale más que mil palabras, y ciertamente hay personas que me han considerado “loco”, pero también es muy cierto que ese es solo el apelativo de los mediocres por no poder enloquecer.
Es una forma de mantener viva la historia, representada por ese maniquí. Es como una estatua que un día junto al conjunto de mis memorias originales, quisiera forme parte del Museo que hay en el Castillo del Morro, a la entrada de la bahía de La Habana, donde guardé prisión en mis momentos más críticos, cuando podía haber sido fusilado cualquiera de aquellas noches a la edad de mi plena adolescencia.
En algunos lugares, incluso locales considerados íconos del desafecto de la Revolución Cubana, no me han admitido.
Revista Mito: ¿Considera usted que estos textos permiten desenterrar aspectos escondidos de la Cuba castrista?
Alfredo Ballester: Estoy muy seguro de eso. El tiempo tiende a borrar las memorias y tiene que existir algo que perdure en el tiempo.
Si le contara que quien nos daba los electroshock, en el hospital psiquiátrico de Mazorra en la Habana, llegó a los Estados Unidos donde fue nacionalizado. Un día fue descubierto y acusado de torturador y murió en el proceso legal.
Cada uno, en su generación vivida debe dejar por escrito sus vivencias.
¿Se imagina a un científico que ha investigado por más de 30 años, buscando la cura de alguna enfermedad y no escriba sus avances? ¿Cómo podrían sus sucesores continuar esa tarea?
De ahí la importancia de los investigadores; sin ellos, estaríamos aún en los tiempos de las Eras Precámbricas.
Revista Mito: ¿Cuál es el papel de la justicia y el abuso de poder en ambas obras?
Alfredo Ballester: La justicia fue acomodada de forma injusta, se triplicaron las sanciones, se tipificaron hechos sociales como delitos, lo que hizo que la densidad de la población “común” aumentara cuantitativamente. Al triunfo de la Revolución existían unas 20 cárceles con una población nacional de 6 millones de habitantes. Hoy en día hay unos 600 centros penitenciarios, para una población de 12 millones de habitantes.
Todo es delito. En Cuba, como en toda sociedad, siguen existiendo criminales, asesinos, violadores, eso no se puede negar, pero hoy en día en Cuba, lo que sí es común es estar preso.
El abuso de poder nace con la falta de derechos humanos, a tal punto que yo mismo estuve esperando un juicio oral por más de 3 años, con una solicitud de pena de muerte, donde me dieron 14 electroshock sin prescripción médica. Durante todo ese tiempo, jamás me entrevistó un abogado defensor, a quien conocí solo unos 20 minutos antes de ser llevado a la sala del tribunal para el juicio oral. Al fiscal lo veía todas la semanas, tal es así, que han pasado 46 años y no sé todavía cómo se llamaba mi abogado defensor, pero sí recuerdo aún al Tte. Pedro Rodríguez Trujillo, que fungió como fiscal sin olvidar al investigador José A. Negrín Andina, el cual me empujó por unas escaleras porque quería que firmara una declaración que yo no había hecho, su trabajo era solo inculparme para demostrar su eficiencia, sin importarle mi destino.
Revista Mito: Hablemos de Entre el amor y la amistad: Era la única posibilidad ¿Qué le condujo a escribir una psico-ficción?
Alfredo Ballester: Primero lo escribí como desahogo espiritual, crearme un mundo sentimental como escape a la realidad que vivía. Sí… Tenía la necesidad de narrar los hechos reales, también sentía necesario exponer mi mundo espiritual al que no podrían nunca encerrar tras las rejas. Tenía que fortalecer mi propio YO dentro de mí mismo, una especie de FE.
Revista Mito: ¿Cuál es la función del amor, la amistad y los compromisos sociales en la obra?
Alfredo Ballester: El amor y la amistad son dos sentimientos muy unidos y, entre ellos, existe un simple horizonte que quizás no tenga nombre, pero se aproxima a la igualdad. Quienes valoren estos dos sentimientos y los practiquen de forma sana y verdadera, harán de nuestra sociedad una comunidad mejor. Y yo siempre en toda manifestación tengo compromisos sociales, empezando por la familia que es la célula fundamental de la sociedad, dar un mensaje.
Revista Mito: ¿Por qué rechazó hacer correcciones ortográficas a este texto?
Alfredo Ballester: Los dos últimos cuentos o noveletas “Decisión fatal y Celda # 2133” los escribí desde una de las oscuras celdas de la cárcel, a la luz de alguna cerilla o de la luna que atravesaba los barrotes.
Nos negaban tener todo tipo de literatura, incluyendo la de nuestros próceres de la Independencia, y entonces idee escribir alguna novelita policiaca, género más gustado entre los presos, para tener algo que leer. Le sacaban copias manuscritas y se difundían entre toda la cárcel. Incluso algunos presos comunes la rentaban o alquilaban por cigarrillos, que es la moneda carcelaria y por supuesto, nunca me pagaron el derecho de autor jajaj.
El por qué no hacerle correcciones: para conservar la originalidad de las mismas, de hacérselas ya no serían las mismas.
El Director de la editorial Publicaciones Entre Líneas, el poeta y escritor Pedro Pablo Pérez Santiesteban (AWA), quien escribió el prólogo de este libro, y de otras obras mías, destacó que yo no había admitido correcciones ni cambios ortográficos, catalogando que más allá de literatura era un testimonio de una época que me dejó huellas muy profundas y que las consideraba una joya-testimonio.
Revista Mito: ¿Cuál es la función de la mente en Adiós amor, volveré a ti?
Alfredo Ballester: Creo que el ser humano vive dos mundos paralelos: el exterior donde desarrollamos lo cotidiano de nuestras vidas y el interior, un mundo difícil de exponer.
Tal como el poeta se inspira y corre a anotar su poesía, el pensador vive en tan solo un segundo una vida espiritual, y debe también correr a anotarla, no es más que un gran poema en prosa, aunque el protagonista de esta obra siempre piensa en poesía.
Cuando imaginamos un hecho, con lógica o sin ella, para mí deja de ser ficción. Es vivir un mundo abstracto solo por el hecho de no verse, aunque sí se toca con el Alma. No es lo mismo decir que vamos a escribir un cuento de ficción premeditadamente, a escribir algo que estamos sintiendo en nuestro interior, para mí en este último caso es real.
Revista Mito: ¿De qué trata Si contaras lo que te cuento?
Alfredo Ballester: Este libro trata de varios cuentos de cuatro países distintos: Cuba, Colombia, Venezuela y República Dominicana, con la característica que están escritos con el lenguaje propio de cada región.
Cada cuento lleva un mensaje social y casi todos están escritos basados en experiencias propias, y la unión de alguna imaginación. En ellos aprovecho en narrar pasajes muy bonitos, pero otros, como en el caso de algún cuento de Cuba, son horribles. Ejemplo, cuando vimos fusilar a un recluso a solo 30 metros de distancia de donde estábamos, ver cuando el jefe de pelotón pisa con su bota militar la cabeza del reo caído ante el impacto de 6 balas de fusil de alto calibre, y detiene sus convulsiones para después darle un disparo de pistola 45 mm como tiro de gracia, y ver como la masa cefálica y la sangre se ligan y salpica la ropa del verdugo.
Revista Mito: ¿Cuál es la importancia de finca Vigía en su texto sobre Ernest Hemingway?
Alfredo Ballester: La finca Vigía, es el escenario de los hechos narrados cuando los muchachos del barrio entrábamos a robar mangos. Allí, a la edad aproximada de 10 años, ni idea tenía de quién era “el americano” como se le conocía. Él nunca nos habló de literatura, solo de la caza y la pesca.
Revista Mito: ¿Considera usted que este texto permite sacar a flote la verdad sobre Ernest Hemingway y su relación con Cuba?
Alfredo Ballester: Ya se ha escrito suficiente sobre Hemingway y su relación con Cuba, allí desarrolló la obra por la que recibió el Premio Nobel de Literatura “El viejo y el mar”. Vivió por más de 20 años en Cuba, donde también desarrolló la famosa pesca del pez Aguja y que en actualidad existe un Torneo Internacional de pesca que lleva su nombre.
Lo que si saco a flote es la relación de Hemingway con los niños. Se ha escrito mucho sobre este célebre escritor: que si era un borracho, bipolar, mujeriego, etc. pero nadie se había detenido a escribir un libro donde un niño, en este caso, yo, muestre al Hemingway como persona sencilla y humilde. Cómo hacía travesuras con nosotros. Mientras Gary Cooper y Errol Flynn tenían que pedir cita para ver a Ernest Hemingway, nosotros solo teníamos que abrir el portón de la finca y entrar porque él dijo que: “su finca era el hogar de todos los muchachos del barrio”.
Aunque han difamado mucho sobre el célebre escritor, y uno de los ejemplos más vivo es el del escritor cubano Norberto Fuentes al escribir el libro “Hemingway en Cuba”, donde dice que es preocupante que en el inventario de la finca Vigía no existiera ninguno de los 28 tomos de las Obras Completas de José Martí. Eso era imposible, porque fueron editadas y publicadas a partir del año 1963 y Hemingway se suicida en el año 1961, dos años antes de salir al público dichas obras.
Otro ejemplo es que una periodista colombiana visita el museo de Hemingway en Cuba, y luego escribe que la Medalla del Premio Nobel de Literatura está en una iglesia de la localidad de San Francisco de Paula, La Habana, cuando realmente se encuentra en la Iglesia de la Caridad de Cobre en la región oriental de Cuba, donada por el propio Hemingway. También que la finca Vigía fue comprada con los honorarios de “EL viejo y el mar “cuando fue escrito en 1952 y la finca la compró en 1940 con los honorarios de “Por quién doblan las campanas”.
Revista Mito: ¿Ha pensado en traducir sus textos a otras lenguas?
Alfredo Ballester: Por supuesto que sí. La dirección del museo de la casa de Hemingway en Cayo Hueso, después de yo escribirle, me dijo que sí estaban interesados pero en idioma inglés.
A través de la escritura de este libro Ernest Hemingway y los muchachos del barrio, conocí vía Internet y telefónica a su nieto John Hemingway, y le hice llegar un ejemplar. Honestamente creí se interesaría en su traducción, pero no fue así.
Sí quisiera encontrar a alguien interesado en la traducción e incluso en algún productor que quisiera realizar un documental. Vivo seguro de que es el momento apropiado de hacerlo antes que mi obra termine en un estante de una biblioteca, o en una gaveta privada de algún lector.
Revista Mito: ¿Es posible comprar sus obras fuera de las fronteras estadounidenses?
Alfredo Ballester: Solamente pueden adquirirlo a través de Amazon, personalmente o mediante la editorial. Hemos hecho algunos envíos a: Venezuela, Colombia, Argentina, Perú, México, República Dominicana, Italia, España, Noruega y algún otro país que en estos momentos no recuerdo. Y por supuesto a Cuba de forma clandestina.
www.publicacionesentrelineas.com
Fíjese, algo curioso. Le escribí a la directora del Museo de la finca Vigía en La Habana, Cuba, para ver la posibilidad de asignar este libro allí, donde los turistas e incluso las generaciones nacionales actuales podrían conocer estas historia con Hemingway, nunca me dio contestación. Por supuesto, seguramente ella no puede aceptar un libro que salga desde Miami sin que antes la Seguridad del Estado de Cuba lo autorice, aun deseándolo ella.
Siendo cubano no me es permitido asignar un libro escrito por mí, solo por el hecho de vivir en Miami. Hasta la Cultura en Cuba es supervisada por el Estado.
Revista Mito: ¿Cuáles son sus planes para el futuro?
Alfredo Ballester: Primero, como miembro de la Academia de la Historia de Cuba en el extranjero, no tenerle miedo a la verdad y poder dejar un legado a nuevas generaciones.
Y en estos momentos estoy escribiendo un libro titulado Después de mi muerte (¿Y después de la tuya qué?). Donde abordo los temas del abandono y mal trato a las personas de la tercera edad por parte de la familia y los asilos, los que no han terminado de enterrar a su ser querido y ya están buscando herencias. También lo que me imagino se puede sentir cuando algunos de nuestros órganos son donados, y qué se siente una vez en un cuerpo ajeno. Sé que la vida debe de continuar y que pasaremos a “la gran legión de los recordados o de los olvidados”.
“Vivir es un privilegio, morir es una obligación”.
Y por último, poder un día llegar a mi Patria y exponer mis obras sin censuras, en un sistema de libertad de expresión.
Revista Mito: Lamentablemente la entrevista ha llegado a su fin. Ha sido un verdadero honor conocer más sobre usted y su interesante producción escrita. Muchas gracias.
Alfredo Ballester: Soy yo quien les da las gracias a ustedes por esta oportunidad, y creo que hacen un excelente trabajo buscando la verdad para darla a conocer al mundo. De existir muchas personas como ustedes que investigan la historia que incluye a la sociedad, cultura etc. Viviríamos en un mundo mejor, intentado corregir injusticias ocultas, que solo profesionales como ustedes ponen a la luz de la humanidad.
Muchas gracias.
¿TE HA SERVIDO ESTE ARTÍCULO? ASÍ PUEDES CITARLO: : «Rompiendo el silencio del olvido y la banalización: Entrevista a Alfredo A. Ballester». Publicado el 4 de mayo de 2015 en Mito | Revista Cultural, nº.21 — URL: |
Sin comentarios