Kimbembe Nsaku Sengele y su aportación al renacimiento kamit-bakongo
En esta reseña, José Sarzi Amade analiza los aspectos más importantes del libro Ntangu yi fweni: Voici venu le temps. Contribution de la cosmologie et de la spiritualité Kongo à la renaissance Kamit escrito por el congolés Kimbembe Nsaku Sengele
El libro Ntangu yi fweni: Voici venu le temps. Contribution de la cosmologie et de la spiritualité Kôngo[1] à la renaissance Kamit muestra que a pesar de los trágicos eventos que han marcado su historia, los Bakongo[2] han sabido hacer resurgir su tradición. De hecho el “renacimiento” o Uhem Mesutes un concepto primordial en la obra, pues indica la obligación kamit o africana de “regenerar” su prestigio, identidad y espiritualidad.
El autor critica la perspectiva occidental en relación al término “tribalismo”, pues piensa que es una expresión que tiende a generalizar y a minimizar las tradiciones de determinados grupos étnicos al estatuto de pseudo-cultura o pseudo-religión. A partir del rechazo de los prejuicios occidentales, Kimbembe Nsaku Sēngele propone interesantes tesis que sobresalen en varios aspectos:
1) En primer lugar, Ntangu yi fweni: Voici venu le temps. Contribution de la cosmologie et de la spiritualité Kôngo es un libro que pone a la disposición del lector una gama infinita de conceptos filosóficos y morales de la cultura kamit, proveniente de Egipto; pero que el autor, basándose en teorías afro-centristas que defienden el origen subsahariano de esta lengua y civilización, extiende y relaciona con la identidad Bakongo, lo que explicaría incluso el uso de jeroglíficos de esta cultura.
Por consiguiente, Sēngele ilustra su libro con símbolos como: , en el que la línea cuya forma es similar al número 2 representa un emisor, definido como mpîndu o misterio, mientras que aquel que se parece al 5 es un mbôngi o propagador ( p. 33).
La unión de ambos signos crea el jeroglífico kintwâdi o armonía, receptáculo de pele y paku, fuerzas que constituyen la energía constructiva para mantener la sociedad humana (pp. 124-126).
Posteriormente, el autor opone el vocablo kamit, que podría traducirse como “tierra negra” o “tierra de negros” a la voz desheret, que significa “tierra roja” y sirve para connotar sea el desierto, sea las tierras extranjeras o de aquellos que invadieron los territorios Bakongo.
2) En segundo lugar, la primacía que Kimbembe Nsaku Sēngele otorga al registro lingüístico Kongo-Lari[3]demuestra que posee un gran conocimiento de la tradición, pues logra transmitirla con gran éxito en su ensayo. El autor demuestra que esta variante lingüística, hablada principalmente en Brazzaville, ha permitido el desarrollo de una cultura urbana Kikongo, un tipo de adaptación a las exigencias mundanas, artesanales y musicales, pero al mismo tiempo un instrumento para inmortalizarla.
A modo general, la importancia de este texto radica probablemente en su doble objetivo de compartir con el lector occidental la rica tradición teúrgica y cosmológica del Congo pre-colonial (antes de 1480), fundamental para la Unidad Bakongo y, simultáneamente, invitar al pueblo Kongo a reunirse en torno a sus propios elementos culturales, para no someterse a preceptos incompatibles con su propia tradición. En consecuencia, Ntangu yi fweni se presenta como una convocatoria de cambio, que se manifiesta, principalmente, mediante el uso de un estilo ampliamente epidíctico y por el uso repetitivo de ciertas expresiones lapidarias que otorgan al discurso fuerza y originalidad.
La obra de Kimbembe Nsaku Sēngele está dividida en 10 capítulos que explican el nacimiento de la cosmología Kongo, el origen de los nombres femeninos en los grupos Kongo-Lari, los ciclos anuales en la cultura Bakongo, la energía del día y de la noche, la armonía, la teología Bakongo, las leyes financieras, la espiritualidad, la sabiduría y el conocimiento profundo, entre otros. Adicionalmente, incluye un opúsculo intitulado Ntangu yi fwêni, que significa “este es el momento”. En este anexo, el autor retoma y sintetiza en lengua vernácula Kikongo. gran parte de las consideraciones que habían sido presentadas en francés. Por lo demás, destacan numerosos bocetos que ilustran conceptos específicos de la filosofía y ética Kongo y algunos glifos a pie de página que simbolizan la energía sonora de las palabras kikongo. Aunque los temas tratados en la obra son innumerables, podrían agruparse en las siguientes categorías:
a) Cosmológica: Kimbembe Nsaku Sēngele relaciona la cuestión de mbôngi o pedagogía con los conceptos de transformación y evolución. De hecho, el autor explica que alrededor del mbôngi, giran cinco grados de bikûntù o ascesis, que corresponden a los centros de energía cuyo control requiere de un largo aprendizaje, que puede tomar entre quince y veinte años, hasta alcanzar el rango máximo de iniciación o lēmba (p. 21).
Ntangu yi fweni es una obra que define también los orígenes del panteón Kongo, por medio de la reconstrucción de mitos e imágenes que conducen a la esencia cosmológica kamit, explicando sus creencias en relación a la fertilidad, la fragilidad de la vida, la constante amenaza de la destrucción, la constante renovación, los procesos generativos de la natura, etc.
Kimbembe Nsaku Sēngele explica que la cosmología kamit se centraliza en la figura de la diosa-madre Ma-Kanga, de quien deriva el nombre Kongo, ella es la fuente de vida de la que derivan las otras diosas-madres del panteón, cuyos nombres y cualidades son las siguientes:
1) Mâ-Mpâanzu: madre del intelecto, representa un tipo de conocimiento directamente relacionado con la iluminación sobrenatural de la mente humana, que permite ver más allá del concreto y por ello constituye un don divino. Mâ-Mpâanzu y sus hijas Ndamba, Kumba y Bwende, transfieren del plano material al plano intelectual todas las percepciones humanas. De Mâ-Mpâanzu no deriva solamente la iluminación y la sabiduría; sus hijas representan la imagen de las guerreras, cuya presencia es esencial para saber actuar en la vida. Sobre esta imagen de las diosas-guerreras se construye la identidad kamit, marcada por el concepto de lucha perenne.
Ndamba, Kumba, Bwende, arquetipos de la heroína, muestran que en el mundo kamit la determinación es un factor esencial. La acción heroica porta consigo un instinto potente que no se termina con el simple hecho de alcanzar un determinado objetivo, es importante continuar batallando, la existencia es una lucha perenne. La fuerza y el coraje de estas diosas guerreras transmite la necesidad de combatir para defenderse, para defender el propio territorio, para proteger el clan, los propios valores y la tradición.
2) Mâ-Nsaku es la madre que ha creado la inmortalidad suprimiendo a la muerte. De ella nacen cuatro hijas: Nsundi, Zinga, Kwinba, Sēngele, quienes son encargadas de conservar la fuerza espiritual.
La inmortalidad de Mâ-Nsaku y la fuerza espiritual de sus hijas se basan en la transformación y en la sobrevivencia del alma después de la muerte. Kimbembe Nsaku Sēngele menciona que esta inmortalidad es de carácter individual y colectiva, pero debe absolutamente basarse en el sentido religioso. En consecuencia, el autor afirma que la cultura Bakongo percibe la inmortalidad como algo que va más allá de la sobrevivencia a la muerte, es una cualidad sobrehumana, que se pierde debido a los errores y culpas humanas.
3) Mâ-Nzinga quien representa los poderes espirituales y de ella derivan Ngoyi, Nzinga, Mbenza, Ndunga (p. 37). El desarrollo de los poderes del ser humano es uno de los temas centrales del libro, pues forma parte de las reflexiones Bakongo sobre el pasado, el presente y el futuro. De hecho, el autor considera que conservar los poderes espirituales permite asegurar un futuro mejor, lejano de los problemas y amenazas del presente y de los dolores del pasado.
b) Esotérico y numerológico: el autor pretende establecer una marcada distinción entre las religiones euroasiáticas y la ética Kamit. Por consiguiente, describe los gobiernos de los nueve reyes fundadores del Kongo a partir de varias explicaciones numerológicas. De igual manera, algunos hechos que dejaron grandes secuelas para el pueblo Bakongo son explicados en clave numerológica, especialmente los acontecimientos sucedidos en los años 1482, 1704, 1991, etc., todas estas fechas son adaptadas al “calendario reformado Kongo” (pp. 47-80).
Adicionalmente, representa el mbôngi (de mbô que significa fuego, y ngi que significa agua) y el Kanda (que significa clan y también canal) por medio de figuras geométricas que demuestran la relación energética de ambas nociones. El mbôngi es al mismo tiempo el fuego que une y el agua que vivifica los miembros de un mismo Kanda. De igual manera, las alteraciones del mbôngi, originadas en cambios vibracionales, afectan la energía del clan.
c) Cronológico, los meses del año se dividen en tres períodos: Ndunga-Nsaku (enero a abril); Ndunga Nzinga (mayo a agosto); Ndunga Mpanzu (septiembre a diciembre). Las páginas 90- 112 están dedicadas a una reflexión muy aguda sobre el número simbólico temporal “144”, que es el número Kongo por excelencia, entorno a él se articulan los ciclos de vida y las fases sobresalientes del historia Kongo.
d) demiúrgica: la fuerza de ehé, es decir el impulso de las irradiaciones, se esparce hacia todos los individuos y los conduce a la calma, a las relaciones humanas pacificadas y a la eliminación de los complejos negativos presentes en el individuo. El pueblo Bakongo necesita realizar una introspección para poder beneficiar de la fuerza de ehé para poder alcanzar la armonía o kintwâdi (pp. 113-139).
e) Teología: en relación a este plano, el autor rechaza totalmente la teología de sustitución que representa el cristianismo, así como los valores que promueve. Por consiguiente, alienta el pueblo Bakongo para deshacerse de creencias exógenas por medio de la kwela o purificación que los conducirá de regreso a Dios y los hará ganar el malwêla o naturaleza divina. La recuperación de las creencias originares constituye la recuperación de la de la humanidad Kongo (pp. 140-178).
f) Historia: El autor traza los caminos de la sucesión dinástica que marcaron la historia de su pueblo: Iniciando del pasado hipotético y legendario del soberano Nimi Lukeni (alrededor de 690) hasta la histórica Batalla de Mbwîla que en 1665 puso fin al reinado de la Nganga- M’vita (Antonio I), quien murió decapitado por el ejército portugués. La atención se centra en el caos que hundía a los gobernantes Kongo y su pueblo a la sumisión, sedición y otros ultrajes debido a la colonización cristiana y mercantil (pp. 203-218).
f) Filosofía (pp. 219-248): en última instancia, el autor ofrece un verdadero alegato a favor del renacimiento kamit invitando a todos sus ciudadanos a relacionarse con los valores ancestrales mbôngi para acceder a nkênzo o pureza eterna. Para ello es necesario cultivar sus cinco virtudes capitales: Mbote o la bondad, Zola o el amor, Buderede o la justicia, Ngangu o la sabiduría, Makieleka o la sinceridad, necesarios para que una nación pueda recuperarse.
En suma, el libro de Kimbembe Nsaku Sengele nos ofrece una gran oportunidad para descubrir y aprender sobre la cultura antigua Kongo, que nos es presentada detalladamente por el autor. El estudio minucioso y la conceptualización de los elementos fundamentales que la constituyen proporciona una gran cantidad de información que resulta útil tanto para el lector occidental que desea profundizar sus conocimientos sobre el pueblo Kongo, como para el lector Bakongo que desea contribuir al renacimiento de su tradición.
Ficha del libro
Título: Ntangu yifweni: Voici venu le temps. Contribution de la cosmologie et de la spiritualité Kôngo à la renaissance Kamit
Autor: Kimbembe Nsaku Sengele
Editorial: Amouna Hungan Ga, segunda edición.
Ciudad: Poitiers (Francia)
Año: 2011
N° de páginas: 314.