“Quiero recuperar el pasado”
“Wandering Cities” es la primera individual de Rhode Montero que conviene visitar en el Museo Histórico Municipal de Villa del Río (Córdoba), hasta el 31 de mayo.
Licenciado en Bellas Artes y Técnico Superior en Artes Gráficas y Diseño, Montero es un joven talento cuyo resultado es una reflexión plástica singular y meditada. El autor ha participado en varias Exposiciones Colectivas y Festivales de Arte Urbano; contando en su pronta trayectoria con la “Beca de Estudios Internacionales PROMOE” (Taipei, Taiwan) y la Medalla de Honor en el “XIII Concurso López Villaseñor de Artes Plásticas” en su ciudad natal, Ciudad Real.
Empantallado tras el cristal, Rhode Montero ve la tierra desde afuera y nunca se olvida del pasado. Montero restaura otras épocas en sus mapas errantes, en sus paramentos estratificados por las múltiples capas del ayer. Sus arterias de lo ya inexistente hablan del paso del tiempo en cualquier ciudad, en todas las ciudades…
El autor manchego me recibe amablemente en su estudio y medita sobre su afán de recuperar las fases esquilmadas por la arrogancia de las civilizaciones, lo que nos han borrado. Su interés social y artístico es reencontrar el legado, el pasado, la huella y la memoria.
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Revista Mito: ¿Pretendes detener el tiempo en tus ciudades? ¿Por qué recuperar la Historia?
Rhode Montero: Planteo el mapa como prueba histórica, el tiempo se detuvo hace años en la morfología de cada zona histórica en la ciudad, nosotros sólo hemos construido sobre sus límites o destruido para imponer una nueva organización espacial. La clave para comprender ese cambio está en las cartografías que conservan las estructuras previas de la ciudad, sobre las que se asientan las nuevas construcciones.
Recuperar la historia, trazados y morfologías de la ciudad antigua para generar reflexiones sobre la nueva ciudad contemporánea.
P. ¿Hay un sentido de colectividad en tu obra? ¿Nos han arrasado la memoria?
R. En el proceso de investigación recojo experiencias y recuerdos de otras personas que pudieron vivir o conocer la ciudad en diferentes estados, son vitales para el trabajo de campo ya que, conservan parte de la memoria histórica de cada zona y que juntos generan una memoria colectiva.
No nos han arrasado la memoria, nos han anulado la sensibilidad.
P. Hay mucho de arqueológico en tu obra ¿Qué queda del pasado en esos mapas del ahora?
R. La morfología que describía cada zona y la prueba de una cultura anterior.
P. Creas en horizontal, “a vista de pájaro”, sin caballete ¿Te sientes como un urbanista plástico?
R. La pérdida del caballete tiene un fin práctico, la versatilidad de la pintura se amplía de éste modo. Dentro del proceso de trabajo hay estadios en los que el lienzo varía su eje, el fin es encontrar y mezclar recursos útiles en ambos.
P. ¿Qué sentido le das a lo matérico, a las texturas?
R. El estudio de la pintura clásica cómo la técnica mixta histórica, me llevó a investigar sobre la superposición las capas matéricas con diferentes aglutinantes cómo agua y aceite, incompatibles según su modo de aplicación.
La superposición de innumerables capas de pintura cómo metáfora a la estratificación. Capa, textura, apilamiento y superposición, son materia, realidad tangible del cambio.
P. Vienes del Arte Urbano ¿Qué reminiscencia queda en tu actual obra? ¿La calle o el estudio?
R. Pinto en la calle aunque mucho menos de lo que deseo, con lo que sigue aportando novedades a mi obra, las experiencias entremezclan pintura en la calle y en el estudio. Conceptualmente la obra trata de temas referentes a la ciudad contemporánea, en la que se ha desarrollado el movimiento artístico mundial por excelencia del siglo XX.
P. Me hablabas de la digestión de tu obra ¿En qué dirección?
R. Te hablaba de la digestión de una cultura opuesta a la europea, una experiencia como fue la vida en Taipei, llena de nuevos estímulos y sensaciones. Iba apropiándome de ellos, fotografiando, escribiendo o dibujando para ampliar el proyecto que comencé allí, caligrafía, fotos, mapas, carteles…un cajón desastre que traje de vuelta a España para seguir trabajando.
Pasado el tiempo afloran los recuerdos, viajes, leyendas e historias, diálogos y amigos… Momentos que en su día fueron experiencia y en la actualidad generan reflexiones, direcciones diferentes o nuevas vías de investigación.
P. ¿En dónde está el espectador del S. XXI?
R. Sentado delante de una pantalla, llámese tablet, ordenador, televisión o teléfono.
P. ¿Construyes sobre la deconstrucción?
R. Mi trabajo no se basa en la deconstrucción.
Desde la vista aérea y a partir de elementos formales de la ciudad cómo autovías, calles, morfologías, estructuración, etc. creo mi propio lenguaje pictórico para generar reflexiones de la ciudad contemporánea.
P. Tu fuente de inspiración fundamental es tu propia experiencia ¿Qué de Oriente y qué de Occidente?
R. La disciplina y el latido de las ciudades Orientales, la libertad de expresión de la cultura Occidental.
P. Gracias Rodrigo por recordarnos que no debemos olvidar la Historia.
R. Gracias Rocío por apoyar a los artistas emergentes con tu trabajo.
Por un momento me he sentido paseando por Ur, Nippur, Babilonia, Pompeya o Mileto… Rhode Montero es la morfología inspirada en la callejuela, en el adarve, en la avenida, en la plaza, en el bulevar, en la manzana, en el suburbio…Retículas ortogonales, arterias enlazadas, atemporales y universales.
Montero funda nuevos asentamientos para recordarnos que nunca debemos de olvidar lo pretérito porque “la Historia se repite”.