La arquitectura de una gran ciudad como Bilbao acerca a las personas pero las aleja de sí mismas, y ese enjambre de puentes, túneles y pasarelas centra Tránsito, exposición que inauguró el pasado viernes 13 de mayo en la galería Uribitarte Kalea (visitable hasta el 21 de Mayo) con fotografías del artista portugalujo Jesús Cortiñas Andrade, un resumen del pulso entre el Yo y la Selva Urbana.
Graduado en Bellas Artes por la Universidad del País Vasco, y coprotagonista de varias exposiciones colectivas como «Mundo Ivaginario» [Hika, Bilbao, 2014], este creador vasco ofrece un combate entre el Yo y la Selva Urbana documentada por una serie de 21 fotografías que profundizan en la introspección del ser humano en un mundo inhóspito, desafiando a esa selva infraestructuras comunicantes donde él está a uno y otro lado de la cámara.
«Son imágenes que nos llevan a lugares lejanos, al otro lado, a ese lado que solo puede visitar uno mismo para ir en busca de su propio yo», asegura Cortiñas Andrade.
Esos no-lugares que componen la exposición «nos sirven como puntos de unión, bajo tierra (túneles), por aire (puentes) o tierra (estaciones de tren) pero también nos separan y nos distancian de nosotros mismos, cada vez más. Una contradicción tan natural como la del ser humano», subraya.
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