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El fotógrafo Rafael Roa aborda lo efímero de la existencia a través de la piel en su última obra
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Dead Skin es una narración fotográfica sobre la vida, el tiempo y la transformación que este produce en los cuerpos.
Dead Skin -la piel muerta- es una obra en la que el autor focaliza la piel en su intención para desarrollar el concepto de la existencia. A través de la desnudez de los cuerpos, Roa remarca la inercia constante que lleva a los cuerpos vivos hacia la muerte y que va dejando impresas en su piel huellas, arrugas, tatuajes y mutilaciones como marcas infligidas en rituales de paso.
Y es que como el propio Roa explica, “la idea de este trabajo surgió después de unas lecturas sobre la estética de lo efímero. Me interesó ese concepto. Lo efímero en relación con la fotografía, el hecho de que todo lo que fotografiamos es pasado inmediato. Profundicé sobre la idea de las huellas que deja el tiempo en nosotros, cómo nos vamos transformando y cómo se hacen visibles esas huellas en nuestra piel”.
Solo piel
Para conseguir esta narración fotográfica sobre la vida, el tiempo y la transformación que este produce en los cuerpos, Roa desvía la atención del volumen y de las formas para centrarse en lo más superficial: la textura de la piel y su color. Lo consigue mediante la fragmentación de los cuerpos -siguiendo una tradición que se inicia con la fotografía artística de los primeros años del siglo XX-, evitando cualquier referencia espacial. Pero también a través de una luz artificial de dominantes azules, con la que busca representar el efecto del tiempo sobre la carne. De hecho, el color no es exactamente igual en ninguna de las imágenes que componen Dead Skin, al igual que el tiempo no deja la misma huella en cada cuerpo.
Aunque Rafael Roa ha utilizado el desnudo en otras ocasiones, como forma de representación de los sueños o como vehículo de transgresión, para él “en Dead Skin el cuerpo tiene un significado más conceptual”. Es un proyecto personal y arriesgado en el que ha fotografiado los desnudos sin artificios y donde los cuerpos son los protagonistas. Al final, todo queda reducido a la carne.
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