El Eróboros
Es sencillo fornicar hambrientos,
ahora mismo un perro copula con una gata;
en cambio, ella y yo platicábamos en la lluvia.
Le enseñe a escapar del cielo que nos encierra,
a salir entre los barrotes en pequeños trozos.
Me di la vuelta y la dejé rota.
Todavía llora mi fantasma en su unidad,
no le dije adiós; uno nunca sabe cuántas vidas vivirá,
uno nunca sabe si el tiempo un día caminará hacía atrás.
Así tampoco se cambia de estrella,
ella aparecía como un umbral de paz que me viajaba al silencio.
¿Cómo construir el amor en vientos
cuando en bosques en camiones la lujuria mata?
El amor de estreno me dejó embarrado en las vías,
por sexo después bajó a conquistar la Tierra.
Incendió el sol y tuve que refugiarme bajo pozos.
Me dejó con su piel y se fue rota.
La truya aún nos busca por la ardiente ciudad,
nunca la odié; uno siempre sabe cuándo una flor no crecerá,
uno siempre sabe si el espacio mudará de matraz.
Así tampoco se cuadra la esfera,
ella apareció como un sueño de paz que me trajo de regreso.
Tú mi corazón de pavimentos,
desde el primer momento nuestra soledad canta.
Nos dilatamos y escurrimos sobre la juvia;
nuestro choque coital, la fórmula que no erra
porque facemos nuestra existencia un tour de gozos.
Me sacudí el polvo y llegó la otra;
otra amor, otra sexo, otra fugaz.
Le dije si que si; uno tal vez sabe en donde morirá,
uno tal vez sabe si el peso de aligerar sea capaz.
Así tampoco se cala la esquela,
ella aparece como un terremoto de paz que me vuela lejos.
Sus preguntas taladraron mis huesos;
mi nacimiento, mi muerte se volvieron mierda.
El odio con que extrajo mi diablo fue el amor,
imaginar cuánto la quise sería conocer la verdad del mundo.
¿Quién le hizo daño como para romper su espejo?
Estoy estrellado; su luna me brilla en mil descansos,
descalzo su sabiduría para sentir sus pies; mis pies.
Como la flor que brota de esa risa loca y que provoca la verdad en mí,
como la luz que frota bajo de la ropa de esa alma rota que hay en ti.
He sido tan feliz que por dentro soy un basurero,
así el amor del futuro sabrá que la quiero.
No es extranjero; es aborigen
el origen de los desalmados.
¿Sabes cómo diferenciar a un vivo de un muerto si ambos respiran?
¿Sabes cuál es la diferencia entre un poeta y un sepulturero?
Aquellos que pretendan amar arte
se cagarían al saber cuántas veces he muerto,
cuando ellos de tu cueva salen sin un rasguño.
Si tuviera el infierno en mis manos os quemaría a todos;
quienes no ofrecen ritos al mundo y siguen en él,
a quienes sin hambre de tu corazón han de comer.
De las nubes me bajó tu mirada;
todos dicen eso, yo no digo nada.
Pues, ¿qué más decir cuando no te vea mi rostro?
Más siempre tus noches tendrán amanecer
y en tus atardeceres verás mis ojos rojos.
De la luna me bajó tu llegada;
todos sienten eso, yo no siento nada.
Pues, ¿qué más sentir cuando sólo sea un despojo?
Más siempre mis días tendrán atardecer
y en mis anocheceres veré mis sueños rotos.
Una tarde la vi y aprendí a sonreír con los ojos abiertos.
Ella, la primera, la de nunca, la anterior, aquella y la otra;
son el mismo vidrio donde me reflejo.
Es sencillo dejar marcas,
pero no cualquiera sabe cómo iluminar un sol muerto.
Aprendí a bordar heridas prolongadas cual inviernos
para abrigarme en primavera sin cicatrices.
Al cruzar la noche, del otro lado, estaba ella.
¡No me abraces tan fuerte que puedo cortarte!
Le grité a lo lejos.
Tenemos la mitad del trabajo hecho;
ya estamos destrozados, destronados, descarados, inciertos.
¡Qué excitante es el universo después del big bang!
¡Somos días olvidados, perdidos en la oscuridad!
Por primera vez quiero vivir,
por primera vez puedo sentir.
Nunca había sentido algo ni por mí.
Se puede ver desde aquí
que tu candil se iluminó.
Desde mi bosque veo una luz
que ha iluminado mi choza azul.
Quiero viajar adelante,
por fin latió mi corazón.
Tengo un sentido, una razón…
Portada: Onehundredandfourth, reehundredandsixtyfive | Morning theft
¿CÓMO CITAR ESTE ARTÍCULO? : «El Eróboros». Publicado el 4 de marzo de 2017 en Mito | Revista Cultural, nº.41 – URL: |
Sin comentarios