.¿Hay crisis en “Romeo y Julieta”?
La obra ya es bien conocida por todos pero, ¿puede incorporarse una nueva lectura en los personajes que ya leímos y vimos tantas veces? ¿Puede hablarse de “crisis” a partir del desarrollo particular de cada personaje? Para iniciar una aproximación a esta idea, debe comenzarse a partir de qué se entiende por crisis y en qué sentido puede encontrarse o no en la obra.
“Crisis.
(Del lat. crisis, y este del gr. κρίσις).
f. Cambio brusco en el curso de una enfermedad, ya sea para mejorarse, ya para agravarse el paciente.
f. Mutación importante en el desarrollo de otros procesos, ya de orden físico, ya históricos o espirituales.
f. Situación de un asunto o proceso cuando está en duda la continuación, modificación o cese.
f. Momento decisivo de un negocio grave y de consecuencias importantes.”
f. Juicio que se hace de algo después de haberlo examinado cuidadosamente.
f. Escasez, carestía.
f. Situación dificultosa o complicada.” 1
Todas las acepciones presentadas por el Diccionario de la Real Academia (excepto la primera) parecen adecuarse en mayor o menor grado a la obra en cuestión pero, de todas ellas, es en la segunda en la que puede verse mayor relación con los protagonistas de esta historia: tanto Romeo como Julieta ven una “mutación importante” en el desarrollo del resto de sus vidas, dejando cualquier otra función o actividad en un segundo plano para abocar todos sus esfuerzos al fin romántico que persiguen.
Representación de la típica escena del balcón por Frank Dicksee (1884)
Crisis de personajes: causas y primeros efectos
Una vez definido el modo en que la crisis se hace presente en la obra, debería comenzar a rastrearse, desde la psicología misma de los personajes, la causa. Por lo general, en toda obra de teatro la conformación de un personaje parte de tres dimensiones:
- “dimensión física- fisiológica: sexo, edad, descripción física (peso, altura), apariencia (defectos, deformidades, enfermedades);
- dimensión social: clase social, ocupación, educación, religión, raza, racionalidad, filiación política;
- dimensión psicológica: historia familiar, vida sexual, autoestima, actitud frente a la vida, habilidades, cualidades, IQ.”2
Además, si se sigue el modelo actancial propuesto por Greimas, todos los personajes son movidos por una suerte de crisis: una oposición entre dos polos entre los que desenvuelve el personaje. Según este esquema el actante se mueve debido al deseo de obtener algo de lo que carece o que ha perdido de algún modo.
Para regresar a la obra en sí, puede encontrarse crisis en ambos protagonistas Debido a que, por un lado Julieta primero se encuentra pasiva, como una niña que permanecía bajo la protección de sus padres dentro de la casa que habitaban. Pero, luego de descubrir el romance y sufrir su carencia al descubrir impedimentos sociales que imposibilitaban su realización, se mueve hacia el polo opuesto: ahora se muestra activa, tramando planes y ardides para tratar de conseguir sus fines. Deja de ser una niña, para convertirse en mujer y abandona su casa y la protección paterna hasta llegar al punto de quitarse la vida.
Julieta o El collar azul, por John William Waterhouse (1898)
Por otra parte, Romeo se mueve desde el inicio de la obra buscando romance: en un inicio, sufriendo por el desdén de Rosalinda, luego por las contrariedades de su amor por Julieta; sin obtener el final deseado en ninguno de los dos casos.
La crisis como punto de inflexión
Ya se ha visto dónde se localiza la crisis de cada uno de los personajes, ahora sería conveniente tratar de buscarse cuáles son sus consecuencias, por qué son significativas en el desarrollo de la obra.
Así, el descubrir el amor romántico para Julieta significa una crisis ya que, a partir de entonces modifica completamente su accionar. La crisis se manifiesta también en Romeo, porque al conocer a Julieta comienza a experimentar una pasión tal que lo lleva a límites nunca antes alcanzados. Si bien Romeo ya se había enamorado antes, al no poseer a Rosalinda sólo muestra abatimiento, en cambio, frente a la ausencia de Julieta él intenta hacer todo lo que esté a su alcance para obtenerla.
Romeo y Julieta con Fray Laurance. Henry William Bunbury (1792-1796)
De esta manera, la crisis representa un antes y un después para estos personajes, ya no hay forma de que vuelvan a ser los mismos de antes. Julieta no puede quedarse pasiva en su casa, casarse con Paris y respetar los mandatos de sus padres sin más. Ya no: ha conocido a Romeo y debe enfrentarse a las emociones que eso produce en ella. Lo mismo le sucede a Romeo, ¿cómo volverá a ir de fiestas con sus amigos?, ¿cómo los acompañará a los bailes del pueblo?, si lo único que hace desde que la vio es intentar validar su amor.
Es entonces cuando aparece la marca que sellará estos conflictos internos de ambos personajes y los externalizará: el casamiento. La boda secreta de Romeo y Julieta determina el punto de inflexión, el cambio total y el paso hacia un nuevo estado. Julieta dejó la pasividad y sumisión que antes la caracterizaban para ahora tomar sus propias decisiones. Romeo ya no sufrirá por amores efímeros, ha sellado el suyo con Julieta para siempre.
Crisis posterior: la familia y los lectores
Finalmente, como ya es sabido, los planes de estos jóvenes, ahora marido y mujer, fracasan y, a causa de un desencuentro, se quitan la vida con un intervalo de breves instantes. Pero la historia no termina allí. Los últimos diálogos Shakespeare los dedicó a tratar de “generar conciencia” en los personajes que han impedido el amor de los protagonistas. Entonces se genera un último nudo donde aparece un nuevo punto de cambio expresado en las voces de los patriarcas de cada familia, que invita también al lector a unirse a esta última actitud.
La reconciliación de los Montesco y los Capuleto sobre los cuerpos muertos de Romeo y Julieta. Frederic Leighton (1855)
“EL PRÍNCIPE.- […] ¡Todos hemos sido castigados!
CAPULETO.- Montesco, ésta es la dota de mi hija: dame tu mano, más no puedo pedirte.
MONTESCO.- Y aún te daré más. Prometo erigir una estatua en memoria de la hermosa Julieta. No habrá en toda Verona una imagen más venerada que la de la pura y fiel Julieta.
CAPULETO.- De igual esplendor será la que yo construiré para Romeo, junto a la estatua de Julieta. ¡Pobres víctimas de nuestra enemistad! …”
Portada: Julia Balkon. Dan Kamminga
Para saber más…
- Diccionario de la Real Academia Española, 22° edición (2001), versión online.
- Asociación teatro de la sensación- Escuela libre de arte – Escuela internacional de artes escénica y pantomima; “La construcción del personaje”. En Google Docs.
- Diccionario de la Real Academia Española, op. cit.
- “La construcción del personaje”, op. cit.
1 Comentario
Muy buena explicación