En homenaje a Pamela Hibbs Decoteau [1]
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Como ocurre con muchas pintoras del siglo XVII, a Clara Peeters se la conoce más por sus obras que por su vida. El problema radica, en la falta de información y/o documentación sobre su residencia, formación, patronos e incluso las fechas de nacimiento y muerte. Pintora de bodegones de objetos lujosos, interesada por la luz y su reflejo, hablamos de esta artista (con permiso de Decoteau) cuyas obras fueron objeto de colección de grandes nombres como el Archiduque Leopoldo Guillermo[2].
Clara Peeters fue una de las iniciadoras del bodegón o naturaleza muerta en los Países Bajos. La obra más temprana de Peeters la realizaría unos seis años después del primer bodegón de flores conocido en el norte de Europa, siendo sus pinturas de juegos y peces las primeras de este género, que se volvió tremendamente popular hacia mediados de siglo. Según Hibbs Decoteau en su libro “Clara Peeters 1594 – h.1650 and the development of still-life painting in northern Europe” de 1992, “(…)su estilo rápidamente evolucionó y su composición se convirtió en algo más moderno y anticipado que los posteriores desarrollos de su género realizados por famosos artistas en Flandes, Holanda y Alemania. (…)”[3]. Además, se caracterizó por popularizar el uso del “self-advertising portrait”, o lo que es lo mismo, el autorretrato escondido en objetos de las naturalezas muertas, que tantos otros artistas emularían durante el siglo XVII como Pieter Claesz[4].
Pieter Claesz. Vanitas con violín y bola de cristal. H. 1628. Nuremberg. Germanisches Nationalmuseum © WGA
Se ha asumido tradicionalmente que Peeters era de Amberes. Sólo se conocen unos pocos documentos sobre su vida, dados a conocer por el historiador Edith Greindl (1983[5]), y conservados en los archivos comunales de Amberes. Por un lado, el del bautismo de Clara, como hija de Jan Peeters, el 15 de Mayo de 1594 en la iglesia de San Walburg en Amberes; por otro, un matrimonio entre la artista y Henri Joosen en 1639, en la misma iglesia. Si estos datos son correctos, como sostiene este historiador, Clara debió ser muy precoz, pues las primeras obras firmadas son de entre 1607-1609, siendo unas pinturas muy complejas para una adolescente de 13 o 14 años. Si es así, la artista vería reconocido su talento bien temprano, tal y cómo les ocurría a las mujeres pintoras. El segundo documento, que nos da a conocer la edad con la que se casó, nos desvela que se casó mayor, tal y como le ocurrió a otras mujeres como Sofonisba Anguissola. Pero, el marido, también pintor, no ha llegado a identificarse pues no coinciden en el nombre los artistas con el apellido Joosen en el archivo de Amberes.
Algunos, como el historiador V.A. Bredius, apuntan que estuvo en Ámsterdam y Hague, por la influencia estilística que adquirió en la primera década del XVII, pero no se sabe de dónde pudo obtener esta información en 1933[6].
En cuanto a su muerte, no hay documentación acerca de la misma. Hay diversas teorías, pero los autores no se ponen de acuerdo con el tema[7], lo más prudente es decantarse por la década de los 50 del siglo XVII que es de la que habla Decoteau.
No fue una mujer que trabajara con seudónimo, sino que su firma se reconoce fácilmente mediante el “CLARA PEETERS” o el “CLARA P.” que es el que se da con más asiduidad. Algunas de las pinturas de Peeters están datadas, lo que permite la revisión de su trabajo de forma más clara, en el período que transcurre entre 1607 y 1621, siendo un total de 31 pinturas. Basándose en el estilo de las obras firmadas, se identifican otras 76 más, de las que 25 llevan el monograma “PC”, 49 están sin firmar y 2 tienen firmas falsas. Por el análisis estilístico, las obras sin firmar extienden su trayectoria hasta la década de los 30.
Debido al formato, el tipo de bodegón (cuencos de porcelana importada, objetos exóticos monedas de plata y oro…), que cuatro de sus obras estuvieran en la colección de la reina Isabel de Farnesio y algunas fuentes que hablan de que pudiera ser la artista flamenca a la que el Archiduque Leopoldo Guillermo compró en 1675 su famoso autorretrato reflejado por una suma de 100 Rijksdaalders[8], se piensa que Peeters trabajó para grandes coleccionistas. Además, se han localizado pinturas de la artista en dos colecciones holandesas del XVII (Lucrecia de Beauvois y Doewel y en un inventario anónimo en Ámsterdam en 1608 y 1628). Lo curioso de todo esto, tal y como expone la historiadora Decoteau es que no aparece en el listado del gremio de artistas de Amberes, cuya inscripción era necesaria para poder ejercer y firmar las obras. Lo más probable es que sea porque buena parte de las listas del gremio se han perdido. Otras hipótesis apuntan que incluso no fuese necesario que se inscribiese en el registro, pues según Friedlander pudo estar a cargo de su padre, el cual también era pintor. Como era usual, las pintoras tales como Fede Galizia, Catherine van Hemmessen, Artemisia Gentileschi, Lavinia Fontana e incluso, Clara Peeters, pudieron estudiar con su padre, tal y como afirman Parker y Pollock en su libro “The Mistresses”.
Una de las posibles teorías que confirman que estaba en Amberes, aparte del matrimonio, es la firma. Ésta, en alguno de los cuadros pone detrás de “CLARA P.” una “A” de Amberes, al igual que pasa en Pieter Claesz, que incluye una “H” de Harlem. También se ha apuntado por Vroom que pudiera ser la abreviatura de “Anno” como otra posibilidad (lo cual parece lo más probable). Por otro lado, nos encontramos con el problema de la búsqueda e identificación de la obra que tiene el sello del gremio de Amberes. Recogida en diversos catálogos como el de Vroom (1980[9]) y catalogado con el número 1526, procede de la colección Hague, pero aparece como desaparecido desde los años 60[10].
Detalle de la firma que habla de la procedencia en «Mesa». Clara Peeters. P1620. Museo del Prado © Museo del Prado. Galería online
Detalle de la firma que habla de la procedencia en «Naturaleza muerta con calavera y pluma». Pieter Claesz. © WGA
Sea como fuere, tiene muchas similitudes en estilo con el arte holandés, por lo que se ha pensado que pudiera tener relación más con Holanda. Esta afirmación es posible porque buena parte de los artistas cercanos a Peeters tienen conexiones holandesas, como Hans Van Essen u Osias Beert[11]. Incluso, en los bodegones de flores tiene concomitancias con Ambrosius Bosschaert el Viejo.
En cuanto a su producción artística, con respecto a otras compañeras de profesión, tiene una trayectoria más breve pero más prolífica en proporción (entre unas 30 y 50 obras). El análisis de su obra es complicado, pues sólo existen 27 obras accesibles en museos[12]. Su obra se puede dividir en cinco etapas (Decoteau, 1992): 1607-1609, fase más temprana; segunda etapa, 1611; año crucial de 1612, los bodegones de flores; año crucial de 1612, las pinturas de comida; arte de 1620; y arte de 1630.
Si nos atenemos a sus bodegones de flores de 1612, resultan innovadores, pues tienen un plano más corto y una composición más simplificada, que tendrá concomitancias con los bodegones tardíos de Jan Brueghel, Ambrossius Bosschaert el Viejo y Balthasar Van der Ast.
Las pinturas de comida, sobre todo, los “banquetes monocromos”, influirán en artistas de los años 40 del XVII como Artus Claessen. En estos banquetes, sobre todo, tal y como apunta Decoteau, a partir de 1611, con su pintura en el Museo del Prado “Mesa”, Peeters redujo su paleta a tonos monocromos y uniformes de marrones y grises.
Su relación con otros artistas fue bastante extensa. Varios elementos influyen a otros compañeros de profesión como son: el punto de vista bajo, el formato más compacto y el reducido número de objetos. Esto se puede ver perfectamente en las obras de Floris van Schooten posteriores a 1620 (il. 4). La problemática entre las autorías de Claesz y Peeters radica entre otras casuísticas previamente mencionadas (como el monograma PC), porque el primero cambia el formato vertical por uno apaisado en sus obras entre 1623 y 1627, además de realizar una composición similar a la de Peeters.
Floris van Schooten. Naturaleza muerta con pastel, pan, vaso de vino y varios platos. h. 1620. Colección Privada, Montreal © RKDimages
Aparte de la repercusión en el territorio holandés y flamenco, también influye en el círculo alemán, sobre todo en Hanau y Frankfurt. Artistas como Peter Binoit, Francesco Codino o George Flegel son fiel reflejo de ello.
Se piensa que inspiró un total de 19 copias de artistas. Muy familiarizados con sus modelos y dibujos, posiblemente indique que tenía un taller, sólo que ejerciendo de forma amateur[13]. Todo ésto, se sabe porque la pincelada es menos consistente y se aprecia que hubo varias manos. En cuanto a sus naturalezas muertas de 1611 y 1612 anticiparon muchos años antes este tipo de composiciones, inspirando el género del “Monochrome Bankette” que tendrá muchos adeptos.
Pero lo más llamativo, sin lugar a dudas fue su “autorretrato reflejado”. Retomando la influencia de Jan van Eyck y su “Matrimonio Arnolfini” de 1434 o “La Madonna del Canon van der Paele” de 1436, lo hace extensivo, es decir, que aparecen varias representaciones de sí misma en la pintura. En el Museo del Prado se conserva una obra con este tipo tan curioso de autorretrato: “Mesa” fechada en el año 1611 (P1620). En esta pintura, que forma parte de la exposición permanente, se observan hasta seis autorretratos: dos en el copón (il.5) y cuatro en la jarra. Este tipo de representación la repite en las obras del Karlsruhe Museum (1612) y el Ashmolean Museum (1620). Esta práctica tan especial la retomarán las artistas Rachel Ruysch y Marie von Oosterwyck, cuyas prácticas se extienden hacia mediados del XVII.
Matrimonio Arnolfini. Jan van Eyck. 1434. Detalle del espejo © Janvaneyck.com // Mesa. Clara Peeters. 1611. Detalle del copón © Museo del Prado. Galería online
Pese a la poca documentación que se posee, podemos apreciar que se trata de una artista que merece ser redescubierta, y hace falta una revisión completa de su obra, debido a los problemas de autoría de muchas de sus pinturas. Su importancia para las escuelas holandesa, flamenca y alemana, permite comprobar que no se trata de una pintora de segunda línea, sino todo lo contrario.
Portada: Clara Peeters. Detalle de Mesa (recorte). 1610-15. Museo del Prado © Museo del Prado, galería online
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[1] Pamela Hibbs Decoteau es una de las mayores expertas en Clara Peeters, que fue objeto de su tesis.
[2] El Archiduque Leopoldo Guillermo de Austria (1614-1662) fue gobernador de los Países Bajos y un gran coleccionista. Muestra de la conciencia que tenía de la importancia de la exhibición de sus pinturas, encargó a David Teniers que le retratase con las mismas en varias ocasiones. En el Museo del Prado se conserva El archiduque Leopoldo Guillermo en su galería de pinturas en Bruselas (1651-53), pintura realizada sobre lámina de cobre (P1813).
[3] “(…)As her style rapidly evolved, her composition became more modern and anticipated later developments in this genre by more famous artists in Flander, Holland and Germany. (…)” en HIBBS DECOTEAU, P. Clara Peeters 1594 – h.1650 and the development of still-life painting in northern Europe. Col. Flemish Painters in the circle of the great masters, volume 5. Ed. Luca Verlag. Alemania, 1992. Pág. 7
[4] Pintor de naturalezas muertas. Poco se sabe sobre su vida. Por un documento fechado el 29 de septiembre de 1640, en el que el pintor dice tener 41 años, se presume que nació entre 1597 y 1598 en Herchem y muere en Haarlem el 1 de enero de 1661. Su producción conocida se extiende desde 1623 hasta 1660 (Sistema de Acceso a las Colecciones. Museo del Prado).
[5] GREINDL, E. Les peintres flamands de nature morte au XVII siecle. Editions D’Art Michel Lefebvre, Paris, 1983.
[6] HIBBS DECOTEAU, P. Op.cit. pág. 8; BREDIUS, V.A. Clara Peeters (Pieters) en Ulrich Thieme and Felix Becker, Künstler Lexikon (Allegemenes Lexikon der Bildenden Künstler van der Antike Bis zur Gegenwart), XXVII. Leipzig, 1933. Pág. 7
[7] 1621- Teoría de Van Gelder en Daisy Linda Ward’s Collection of Dutch and Flemish still-Life Pictures (Oxford, 1950. pág. 137); 1657- Edith Greindl en Les peintres flamands de nature morte au XVII siecle (1956) pero este autor cambia de opinión en 1983; 1654- Edith Greindl en Les peintres flamands de nature morte au XVII siecle (1983). En esta edición dice que la última obra es Cheese, Sweets and covered glass goblet de 1654. Esta fecha es compartida por el catálogo de la exposición del Kunsthistoriches Museum de Viena Das Flämische Stilleben 1550-1680; Decoteau habla de la década de los 50 del siglo XVI porque no se aprecia bien por las obras finales de la artista. Asevera que cualquiera de las dos obras no ayudan claramente a la hora de definir la datación de la muerte, pues la pintura de 1654 no está fechada; y 1659- Teoría de Mayer-Meinschel en Das stilleben und sein Gegenstand. Eine emeinschftsausstellung von Museen aus der UdSSR, der CSSR un der DDR (Dresde, 1993. pág. 45). No aporta la documentación que corrobore esta teoría. Esta fecha es la misma que se ha utilizado en El Siglo de Rubens en el Prado y es la que se incluía en la enciclopedia online del mismo museo.
[8] El Rijksdaalder es una moneda holandesa que se dio por primera vez en la República Holandesa de los Siete Reinos durante las revueltas; la teoría de la compra de obras de Peeters por el Archiduque la recoge el historiador VROOM en VROOM, N.R.A. A MODEST MESSAGE as intimated by the painters of the ‘MONOCHROME BANKETJE’, Interbook International. Vol. 1. Shiedam, 1980. Pág. 88
[9] Op.cit. Pág. 92
[10] VROOM, N.R.A. A MODEST MESSAGE as intimated by the painters of the ‘MONOCHROME BANKETJE’, Interbook International. Vol. 2. Shiedam, 1980. Pág. 105
[11] De este pintor, cuya vida transcurre entre el siglo XVI y XVII en Amberes, se ha elucubrado que pudiera ser maestro de Peeters (aparte de Jan Brueghel el Viejo y Jan Peeters). Pionero de la pintura de bodegón del XVII de tradición flamenca, de composición equilibrada y la atención minuciosa y realista de los objetos.
[12] Decoteau habla de 26 obras pero recientemente se ha adquirido una en la Maurithisius.
[13] HIBBS DECOTEAU, P. Op.cit. pág. 11