A Alfredo Rubione y su dedicación a las Letras Argentinas.
Reseña Histórica
En el momento en que escribe Facundo o Civilización o barbarie en las pampas argentinas, Sarmiento se encuentra exiliado en Chile por segunda vez. Su país natal está en plena guerra civil entre Unitarios y Federales: años atrás, en 1826, asumió su primer mandato como gobernador de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas. Poco después, en 1831 Sarmiento tuvo que huir del país luego de que Facundo Quiroga invadiera San Juan, imponiendo un gobierno federal. En ese momento, Sarmiento, su padre y otras doscientas familias sanjuaninas emigran a Chile (primer exilio de Sarmiento).
En 1835 Rosas asume el gobierno por segunda vez, con la suma del poder público y, ese mismo año Facundo Quiroga, es asesinado en Barranca Yaco. Por esto, en 1836 Sarmiento regresa a San Juan. Una vez en su país, Sarmiento, a través de su amigo Quiroga Rosas, toma contacto con las ideas de la llamada Generación del ’37 [1].
En 1840, resurge la guerra civil entre Unitarios y Federales. En su provincia, el autor es encarcelado por orden del gobernador Benavídez y enviado a Chile (segundo exilio). Desde el país vecino lleva a cabo una campaña contra Rosas y sus caudillos: en 1843, Sarmiento publica Mi defensa, y en 1845 (año en que comienza el bloqueo anglo- francés al Río de la Plata) Vida de Aldao y Facundo, ambas en forma de folletín y con pocos meses de diferencia entre sí.
Óleo sobre tela de Juan Manuel Blanes, S. XIX, retrata un personaje típico de la época: los miembros de la Mazorca, una fuerza parapolicial dirigida por Juan Manuel de Rosas
Objetivo de la obra
Al escribir Facundo, el autor no busca publicar una biografía del caudillo, eso está claro. Busca usar la vida de este personaje a modo de ejemplo: para mostrar la vida en la campaña, para mostrar la ideología de todo un sector político y, a través de éste, también la del sector opositor. De este modo, llega a producir una reflexión acerca de numerosos temas, no sólo importantes para el país, sino en su mayoría, no tratados hasta el momento. Incluye así una descripción del paisaje de la pampa argentina, reflexiones personales sobre historia, geografía, política y cultura. Agrega también un tono costumbrista, formado por el peso de lo local, las anécdotas, dichos y datos históricos que contribuyen a los fines argumentativos del autor.
Como presenta el ejemplar dedicado a Sarmiento de la colección Grandes. protagonistas de la Historia Argentina, la biografía del caudillo fue la base para que el autor llevara a cabo un primer ensayo político- literario sobre su país.
El mismo mecanismo puede verse en su obra contemporánea Vida de Aldao: a través de la vida del “fraile general”, se ve cómo la barbarie es propia de la campaña, ya que el protagonista deja de ser fraile, “de una familia pobre, pero decente, e hijo de un virtuoso vecino de Mendoza”, para ser un soldado “intrépido, acuchillador terrible, enemigo implacable”, es decir, un bárbaro.
Cuartel de Santos Lugares (1901). Rosas organizó allí la defensa durante el enfrentamiento con Lavalle.
Paisajes argentinos
En primer lugar, a la hora de analizar las descripciones que el autor realiza, es necesario tener en cuenta también la importancia de las ideas románticas que llegan a Sarmiento –y a toda la Generación del ’37- a través de la influencia de Estaban Echeverría, que traen a un primer plano el sentimiento de paisaje, “que es una zona. de descubrimiento y conquista del espíritu”4].
Esta idea se desarrolla de forma más específica desde los primeros capítulos de su obra. “Aspecto físico de la República Argentina, y caracteres, hábitos e ideas que. engendra” y “Originalidad y caracteres argentinos”, los primeros dos capítulos, describen y resumen las características de la Argentina, comparando constantemente el campo y la ciudad -y éstos a su vez con los campos y las ciudades europeas y estadounidenses- para lograr una definición más detallada de sus conceptos de civilización y barbarie.
Como señala el profesor Jorge A. Pickenhayn, en este primer capítulo Sarmiento incorpora criterios de regionalización que utiliza para definir un perfil geográfico del país.
De esta manera, en el primer capítulo de Facundo, Sarmiento comienza definiendo lo que, para él es la República Argentina, en sus propias palabras:
“La tierra que queda al oriente de aquella cadena de montañas (Los Andes) y al. occidente del Atlántico, siguiendo el Río de La Plata hacia el interior por el Uruguay. arriba, es el territorio que se llamó Provincias Unidas del Río de La Plata, y en el que. aún se derrama sangre por denominarlo República Argentina o Confederación. Argentina” [5].
Para el autor, el paisaje de este lugar se caracteriza principalmente por dos aspectos: por un lado, todo es inmenso –todo se presenta de forma extensa, vasta [6]– y, por el otro, encierra todos los climas.
Sarmiento encuentra también tres fisonomías distintas dentro del paisaje argentino: el bosque, la pampa y la selva, que desarrollan diferentes tipos de población.
El bosque, es presentado como una extensión de follaje que se caracteriza por ser impenetrable e “inaudito”. La pampa, hacia el sur, presenta el principal problema al que debe enfrentarse la Argentina según el autor: el gran tamaño del territorio y, por consiguiente, la falta de población en el Interior. Él mismo afirma:
“el desierto la rodea por todas partes, y se le insinúa en las entrañas; la soledad, el. despoblado, sin una habitación humana, son, por lo general, los límites. incuestionables entre unas y otras provincias” [7].
Es decir, para Sarmiento no hay nada -más que algunas sierras hacia el centro- que interrumpa la continuidad de este paisaje. Por último, la selva, es presentada por el autor como “matorrales enfermizos y espinosos” [8].
Interpretación de C. Descalzi delasesinato de Facundo Quiroga, narrado en la obra de Sarmiento
Eje civilización-barbarie
El primer aspecto a tener en cuenta, es que la idea explicitada en el título “civilización o barbarie” separa no sólo personajes, costumbres, sino también paisajes completamente diferentes (incluso opuestos), es decir, se presenta como la división innata de la población del país, (teniendo en cuenta el contexto político): se era unitario o federal, civilizado o bárbaro, de la ciudad o del campo.
Sarmiento organiza la distinción civilización- barbarie a partir de las semejanzas de Europa y Estados Unidos con Buenos Aires y del interior con Oriente. Muestra así el contraste, la diferencia entre ambas realidades. Como puede verse, la idea del autor fue utilizar la figura del caudillo para vehiculizar esta dualidad, como dice Noé Jitrik:
“le faltaban datos, el relleno para una disposición que era ya casi un esquema” y, más. adelante, continúa, “recoge testimonios de arrieros, canciones anónimas sobre. Facundo (que ya es un mito), escribe cartas y recibe respuestas sobre aspectos de su. conducta, consulta libros que describen paisajes que no conoce” [9].
Sarmiento describe el progreso como propio de la civilización, que se ve plasmado en las ciudades, caracterizadas por la urbanidad, el uso de frac y las instituciones de sociabilidad y educación. Por esa época, el centro urbano de Buenos Aires se caracterizaba por la típica plaza central, en este caso dividida por la Recova, y rodeada por el Fuerte, el Cabildo, la Catedral y, a escasa distancia, un puerto precario; configuración que nos remite a la época de la colonia. Esto hace que su gente se relacione según ciertas normas de socialización, hable con un tono de voz calmo y reciba con buena disposición las novedades que llegan del viejo continente. El modelo a seguir es Europa (a la que no pertenece España, que el autor considera una extensión de África) y Estados Unidos. Las armas que usan son el fúsil y el cañón. En Facundo, Sarmiento presenta como ejemplos de hombres civilizados a Lavalle (por fusilar a Dorrego [10]) y a José María Paz. Se identifican con los colores patrios, celeste y blanco.
El autor presenta también la barbarie, propia del campo, que se caracteriza por evitar el progreso y mantenerse fiel a sus costumbres. Prueba de esto es que su vestimenta típica es la bombacha de gaucho y el poncho. La ausencia de lecto- escritura condiciona la vida en general. Según la obra de Sarmiento, la convivencia en el campo es muy diferente, por ejemplo, las discusiones suelen ser a muerte. Los hombres de la campaña hablan con un tono de voz más fuerte, más vehemente que los de la ciudad. El modelo que sigue es el de África y la España conquistadora. Según las propias palabras del escritor: “los ariscos, huesudos y cornudos novillos, no dan. grasa, ni mantequilla, dan Artigas, Quiroga y Rosas” [11]. Así, los principales personajes bárbaros que presenta el autor son: Rosas, el peor de los bárbaros, ya que en la ciudad racionaliza –como los hombres civilizados- el mal y la brutalidad–de los hombres bárbaros-; Quiroga y Aldao, junto a los demás caudillos, caracterizados por el salvajismo propio de haber nacido en la campaña. El color que los distingue es el rojo, propio de la sangre; y las armas que usan son lanzas, cuchillos y facones.
Los unitarios son civilizados y los federales, bárbaros, es lo primero que se desprende de estas premisas. Sarmiento, con sus propias palabras, sintetiza:
“la cría de ganado tal como se practica hoy en el país produce tierras incultas, despobladas e indivisas. Y a lo largo de nuestra historia, gobiernos que degüellan. cuadrúpedos o bípedos indistintamente. La población, hoy es la más diseminada que. existe entre los pueblos civilizados” [12].
Litografía anónima c.1850 de la batalla de Famaillá en el Norte Argentino
Antología orientalista
Uno de los procedimientos más utilizados en la descripción del paisaje bárbaro es la llamada “analogía orientalista” cuya base es que, a iguales condiciones físicas y geográficas, igual ideología y costumbres de sus habitantes, en este caso, Sarmiento compara los desiertos argentinos con los orientales.
Otro ejemplo de este tipo de analogías puede verse también en Una excusión a los. indios ranqueles, en donde Lucio V. Mansilla describe el paisaje a través del mismo procedimiento que Sarmiento:
“Habíamos llegado a un campo que quebrándose en médanos bastante escarpados, semejaba el paisaje a las soledades del desierto de Arabia” [13].
El paisaje en otros contextos de la vida del autor
Podemos ver la importancia que Sarmiento da al paisaje también en otros aspectos de su vida, no sólo en sus obras literarias. Así, a lo largo de su carrera política, el escritor tuvo polémicas con diversas personalidades, algunas de las más importantes fueron sobre las concesiones de tierras a lo largo del tendido del ferrocarril y sobre la navegación de los ríos, ambas con clara influencia en el paisaje rural.
Acerca de la navegación de los ríos, él mismo, en su Facundo, ha dicho:
“De todos estos ríos que debieran llevar la civilización, el poder y la riqueza, hasta las. profundidades más recónditas del continente […] sólo uno hay que es fecundo en. beneficios para los que moran en sus riberas: el Plata, que los resume a todos juntos.” [14]
Posteriormente, en 1870, durante su presidencia, decidió convertir la antigua mansión de Rosas ubicada en Palermo en la primera sede del Colegio Militar y, posteriormente, en el Parque 3 de Febrero (en homenaje a la Batalla de Caseros [15]).
Reflexión final
Unas palabras del propio Sarmiento nos ayudarán a comprender mejor su proyecto: “La pampa es pobre de dotes naturales […] tenemos nosotros que continuar la obra. de la creación cubriendo de árboles y de simiente ese pedazo de tierra que quedó a medio hacer.” Su idea era clara: el campo era símbolo de atraso, la ciudad de progreso, por eso era necesario cambiar el paisaje rural, para poder llevar a sus habitantes hacia otro paradigma, hacia otra forma de pensar.
Portada: La vuelta del malón (1892) Ángel Della Valle. Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires.
Notas:
1. Generación de intelectuales que basó su ideología principalmente en el Romanticismo, traído de Francia por Esteban Echeverría.
2 y 3. El general Fray Félix Aldao / Viajes, Domingo F. Sarmiento, op. cit. – Páginas 11 y 12, respectivamente.
4. “Para una lectura de «Facundo», de Domingo F. Sarmiento”, Noé Jitrik, op. cit.
5. Facundo, Domingo Faustino Sarmiento (1979), op cit. – Página 22.
6. Presentar el paisaje como algo vasto, extenso, inconmensurable es algo típico del punto de vista que desarrolla el Romanticismo y un rasgo especialmente desarrollado en la Literatura Argentina contemporánea al autor (esto mismo puede verse, por ejemplo, en La cautiva, de Esteban Echeverría). Las palabras de Sarmiento, “es la imagen del mar en la tierra como en el mapa” (Facundo, Domingo F. Sarmiento, op.cit, pág.24) son una clara expresión de este estilo literario.
7. íbidem, página 22.
8. Íbidem, página 24.
9. “Para una lectura de «Facundo», de Domingo F. Sarmiento”, Noé Jitrik, op. cit.
10. “Lo que Lavalle hizo fue dar con la espada un corte al nudo gordiano en que había venido a enredarse toda la sociabilidad argentina” – Facundo, Domingo F. Sarmiento
11. Palabras de Domingo F. Sarmiento, citadas en Domingo F. Sarmiento, Colección Grandes protagonistas de la historia argentina, op cit, página 115.
12. Íbidem, página 117.
13. Uuna excusión a los indios ranqueles, Lucio V. Mansilla, op.cit., página 90.
14. Facundo, Domingo Faustino Sarmiento (1979), op cit. – Página 25.
15. La Batalla de Caseros se llevó a cabo el 3 de febrero de 1852 y fue la derrota final de Rosas. Ese mismo día renunció al gobierno de Buenos Aires.
Referencias bibliográficas:
- Domingo F. Sarmiento – Colección: Grandes protagonistas de la Historia Argentina, dirigida por Félix Luna, La Nación- Ed: Planeta (2004).
- Jitrik, Noé; “Para una lectura de «Facundo», de Domingo F. Sarmiento” – Biblioteca Virtual Cervantes (cervantesvirtual.com).
- Mansilla, Lucio V.; Uuna excusión a los indios ranqueles, Ed: Centro Editor de América Latina (1980) Colección: Capítulo: Biblioteca argentina fundamental.
- Pickenhayn, Jorge A. (Prof. Universidad Nacional de San Juan- Argentina), “Trama geográfica en las utopías de Sarmiento” – Scripta Nova. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales. Universidad de Barcelona Nº 62, 15 de abril de 2000.
- Sarmiento, Domingo F.; El general Fray Félix Aldao / Viajes – Ed: Capital Intelectual (2010) Colección: Los Recobrados, dirigida por Abelardo Castillo.
- Sarmiento, Domingo F.; Facundo – Ed: Centro Editor de América Latina (1979) Colección: Capítulo: Biblioteca argentina fundamental.