Especial Proyectos Seleccionados en la Bienal Miradas de Mujeres 2016
De “Casa de muñecas saudita” nos hablan las profesoras Margarita González Cárdenas del Departamento de Arquitectura de la la Universidad Saudí Prince Sultán de Riad (Arabia Saudita) y Mara Sánchez Llorens de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Pontificia de Salamanca, Campus de Madrid.
Revista Mito: ¿Cómo nació el proyecto Casa de muñecas saudita?
Margarita González Cárdenas: Durante los meses de noviembre y diciembre de 2015 se realizó en el segundo curso de arquitectura de la Universidad Saudí Prince Sultan de Riad, un corto pero sustantivo proyecto que buscaba empoderar a las jóvenes mujeres que estudian allí. El resultado fue el diseño de cinco casas de muñecas que cuestionaban el espacio doméstico saudita y de buena parte del mundo musulmán. El proyecto Casa de muñecas saudita nace del interés por entender el espacio doméstico local y por la necesidad de enseñar a las jóvenes generaciones su cultura y tradiciones, en una ciudad netamente diseñada por arquitectos extranjeros.
Idealmente la casa de muñecas puede convertirse en una declaración de opiniones y valores femeninos en una sociedad que concibe a la mujer como receptora y no como productora. El proyecto cuestiona el espacio doméstico al mismo tiempo que el papel de la arquitecta como diseñadora de espacios y de situaciones.
R.M.: ¿Qué ha supuesto que el proyecto haya sido seleccionado en el marco de la Bienal Miradas de Mujeres 2016?
M.G.: Como parte de esta Bienal, se inició en marzo de 2016 un diálogo con el “mundo occidental” a través de un ejercicio de reinterpretación de estas casas de muñecas por parte de un grupo de estudiantes y jóvenes arquitectas de la Universidad Pontificia de Salamanca de Madrid. El resultado de ese fructífero diálogo desencadenado será expuesto en el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid en septiembre y recreará el espacio de la vivienda saudí de manera abstracta: en el interior, el mundo de la mujer, privado, desconocido y lleno de contenidos; no vacío, ni supeditado a la maquinaria machista como se ha querido ver en el mundo entero. La exposición reúne el trabajo de nueve mujeres arquitectas sauditas que luchan por obtener un lugar en una profesión y una sociedad dominada globalmente por hombres. Son cinco casas de muñecas que muestran el mundo de éstas jóvenes, un mundo en el que la familia y las relaciones socio culturales pesan más que la religión; un mundo en el que el respeto por las tradiciones va en contra de la violencia; un mundo en el que el reconocimiento por el medio ambiente va de la mano con el respeto por la privacidad y la vida íntima. Y en el exterior una mirada neutral, pausada y crítica a la vez, que expresa la necesidad de reflexionar sobre la capacidad de interpretar al otro, enfatizando lugares comunes descubiertos.
R.M.: ¿Teníais referencias de MAV antes de la convocatoria de la Bienal?
M.G.: No lo conocía y tampoco sabía que había este tipo de iniciativas para empoderar a las mujeres en las artes visuales. Sólo cuando entré en contacto directo con un entorno netamente femenino en la Universidad en Riad me di cuenta que faltaban este tipo de espacios y que la sociedad no estaba preparada para aceptar a la mujer como productora. Y por ello presenté un “paper» en la Segunda Conferencia sobre Arquitectura y Género organizada en la Universidad Lusófona en Lisboa en enero del 2015. Allí se consolidó una red de profesionales que promocionan todo tipo de encuentros, becas y cursos, y uno de ellos fue la convocatoria de MAV para la Bienal. Y cuando decidimos participar las estudiantes fueron las más entusiastas.
Mara Sánchez Llorens: Conocía MAV a través del Master en Mercado del Arte de la Universidad Nebrija, en el que imparto clases de arte latinoamericano, chino e indio. Me parece una iniciativa fundamental y muy necesaria en el panorama artístico.
R.M.: ¿Qué os impulsó para presentaros a la Bienal?
M.G.: Pues dos cosas específicas: primero, las ganas de dar a conocer a las estudiantes sauditas, de sacarlas de su entorno confortable y exponerlas a un mundo en el que sus ideas son válidas y a la vez cuestionadas desde otras perspectivas. Y segundo, las ganas de exportar cultura islámica en un momento en que ésta parece representar sólo guerra y muerte. Creo que los atentados de París de noviembre del 2015 me afectaron demasiado porque se realizaron en lugares que yo visitaba asiduamente cuando vivía allí. Estando en Riad no podía hacer nada sino usar la fuerza de las estudiantes para demostrar que esos atentados no representan realmente el mundo islámico, ni tienen las ambiciones de cambiar el mundo con ideas tanto como las de estas jóvenes arquitectas. Finalmente, una vez ganada la convocatoria, apareció la idea de generar un diálogo entre los dos mundos que finalmente se ha convertido en uno de los grandes logros de esta iniciativa.
M.S.: Cuando Margarita me contó la iniciativa para presentar el proyecto Casa de muñecas saudita tuve claro que quería participar con ella de alguna manera. En un primer momento mi apoyo se limitó al espacio expositivo, una sala en la Universidad Pontificia de Salamanca en la que trabajo; más tarde, las dos nos dimos cuenta de que un diálogo entre sendas Escuelas podía ser una experiencia muy enriquecedora para profesoras y alumnas y así surgió la colaboración que se ha materializado en un trabajo colectivo, complementario y dialogante.
R.M.: ¿Cuales son los puntos fuertes de vuestro proyecto?
M.G.: Creo que la manera en la que se ha orientado el ejercicio de taller de diseño, y haber logrado que las estudiantes se aproximaran al problema de la vivienda desde otra perspectiva -que puede no resultar muy novedosa para una escuela europea-, es uno de los grandes atractivos. A nivel pedagógico logramos encontrar un nicho en el mercado saudí que es la ausencia de juguetes propios a la cultura local y proponer una solución desde la Escuela de Arquitectura. El Departamento de Administración de Negocios de nuestra Universidad Prince Sultan nos ha estado ayudando a promocionar estas casas dentro del mercado local. Creo que ese es el futuro de la educación, conocido como “cognitive entrepreneurism”. También, gracias a la colaboración de Mara y su equipo, hemos construido un puente intelectual muy interesante con España y esto nos hace pensar que ese también es uno de los componentes clave de la educación del futuro: una escuela con diferentes sedes y maneras de pensar reflexionando en cadena sobre un mismo problema.
M.S.: El paso del diálogo entre Margarita y sus alumnas a la acción me parece muy poderoso. Cada una de las casas son un manifiesto sobre un mundo muy personal, el de las autoras. El trabajo realizado en Madrid, ha descubierto un mundo lleno de contenidos y de perspectivas diferentes. Gonzalo Lozano, arquitecto recién graduado por la UPSAM que ha querido formar parte de este proyecto mayoritariamente femenino, afirmó algo muy revelador: “Mi educación ha sido sumamente occidentalizada, más bien globalizada, nos sentimos cómodos en este sueño europeo hasta que nueve chicas de la Universidad de Riad nos hacen replantearnos cuál es nuestra arena de juego en la arquitectura. Es bonita la idea de cómo saber leer un trabajo desde unas tierras lejanas que creemos conocer.”
R.M.: ¿La investigación va a continuar o se ha planteado exclusivamente para la Bienal?
M.G.: Realmente no se ha planteado como tema de investigación el hecho de diseñar juguetes; sin embargo, trabajando en Riad, el empoderar a las mujeres a las que enseño ha sido un objetivo personal. Es la primera vez que trabajo en un ambiente segregado y por ello creo que el taller de diseño y cada ejercicio pedagógico en general deben plantearse de otra manera para lograr darles herramientas que potencien su capacidad de acción.
M.S.: En mi caso mis investigaciones se han centrado en los objetos-juguetes diseñados por Lina Bo Bardi y su capacidad de acción colectiva para poder realizar proyectos que se sitúen en un punto intermedio entre el análisis experimental y la investigación-acción, los proyectos educativos creativos y la difusión y celebración de eventos. Considero que todos ellos son necesarios para la sensibilización de los ciudadanos con la creación de entornos que favorezcan la innovación a través del diseño desde una sensibilidad de género.
R.M.: ¿Qué opináis de la repercusión y difusión que está teniendo el proyecto gracias a la Bienal MAV ?
M.G.: Formar parte de la Bienal ha sido, es y será invaluable. Creo que ha sido inesperado haber encontrado tan buena recepción y tanto interés en torno al proyecto, pues realmente cuando planteé el ejercicio de taller nunca imaginé que terminaría en todo esto. Estoy felizmente sorprendida.
M.S.: ¡Ha despertado mucho interés! Quizá pueda responderse mejor a esta pregunta en este mes septiembre, cuando se inaugure la exposición y demás eventos que tendrán lugar en torno a la misma.
R.M: ¿Qué podéis decirnos de la presentación de vuestro proyecto en la Bienal?
M.S.: La presentación me pareció un evento muy importante, no estoy acostumbrada a este tipo de encuentros festivos en los que entre las artistas que estaban allí se tiene vocación de ser un colectivo ¡todas juntas!
Me sorprendió también el apoyo masculino y me encantó poder conversar con mujeres que forman parte relevante de la historia del arte, como Soledad Lorenzo que nos dio consejos tan bonitos como “hay que ser saber sacar partido a todas nuestras inteligencias diversas y ser siempre muy simpática”.
También nos trasmitieron la necesidad que tenían de ver nuestro proyecto pues hasta la fecha sólo se ha mostrado una imagen de una de las casas de muñecas y el misterio está siendo muy grande. Eso hace trabajar a la imaginación… ¡Me encanta pensar qué se imaginarán! Las imágenes son poderosas, esto podría parecer una obviedad para una organización como Mujeres en las Artes Visuales, pero el grupo de estudiantes y jóvenes arquitectas de la Universidad Pontificia de Salamanca de Madrid sólo recibieron el enunciado del ejercicio saudita y una imagen de la casa resultante. No conocer a las autoras ni los procesos que desencadenaron dichas casas, dio nombre al proyecto consiguiente: Cita a ciegas. La presentación en Madrid también fue algo así, una cita a ciegas con el resto de proyectos seleccionados por la Bienal. Compartir los trabajos y a las artistas que los han creado, es un acto de gran generosidad y repito: ¡todas juntas!
Y por último, ¿quienes forman parte del proyecto Casa de Muñecas Saudita?
Por parte de la Universidad Saudí Prince Sultán de Riad (Arabia Saudita) Margarita González Cárdenas, profesora asistente del Departamento de Arquitectura y las estudiantes de segundo año de arquitectura Felwah Aldugish, Rana Khalid, Diar Saleh, Najla Al Shehri, Alya Alshawi, Reem Almarshad, Sarah Almarzoqi, Raghad Nagshbandi y Shahad Al-Shahrani.
Por la Universidad Pontificia de Salamanca, Campus de Madrid, la profesora adjunta de la Escuela de Arquitectura Mara Sánchez Llorens y l@s estudiantes de último años y arquitect@s recién graduados Fermina Garrido López, Ana Martín Hernández, Isabel Gómez Riera, Maria Alonso Zafra, Verónica Pena Carnero, Sheyla Rojo Valencia, María Berenguel del Cerro, Laura del Valle Vela, Marta Serrano Pérez, Marta Ávila Artigue y Gonzalo Lozano Arce.
Portada: Casa de Muñecas Saudita | Fotografía cortesía de MAV
¿CÓMO CITAR ESTE ARTÍCULO? https://revistamito.com/casa-munecas-saudita-la-bienal-miradas-mujeres-2016/ : «’Casa de Muñecas Saudita’ en la Bienal Miradas de Mujeres 2016». Publicado el 7 de septiembre de 2016 en Mito | Revista Cultural, nº.37 – URL: |
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