En el marco del XIII Simposio de Estudiantes y Estudios Mexicanos del University College London
Cuando escucho “investigación” y “Londres” lo primero que se me viene a la cabeza son nombres como el de Sherlock Holmes o James Bond. Ambos, personajes literarios de una aguda mente detectivesca y gran capacidad de deducción. Pero en el Londres de la vida real hay otro tipo de investigadores que no se dedican a resolver crímenes, ni a luchar contra el terrorismo internacional, pero si a hacer ciencia de primer nivel. Entre ellos hay un grupo de mexicanos estudiantes del University College London (UCL), que cada año realizan un simposio para dar a conocer su labor científica. La Mexicana Citlali Helenes González es una de ellos, forma parte del comité organizador del XIII Simposio de Estudiantes y Estudios Mexicanos, y hemos tenido la oportunidad de platicar con ella acerca de su investigación.
Antes que nada, como una breve presentación, permítanme contarles un poco acerca de su formación. Citlali Helenes es originaria de Nuevo León, estudió la carrera en Químico Farmacobiólogo en la Facultad de Ciencias Químicas e Ingeniería de la Universidad Autónoma de Baja California. Su interés por el cerebro y la conducta la hizo viajar hasta Londres, para estudiar la Maestría en Neurociencias en la Facultad de Ciencias de la Vida en el UCL. Actualmente está en el programa de doctorado en el Departamento de Ingeniería Mecánica del Instituto de Salud Infantil, en el que realiza un proyecto de investigación con el objetivo de estudiar el desarrollo del cerebro. A continuación, nos platicará un poco de todo este proceso.
Edificio del Portico de University College London. Million Moments
Jonathan Cueto: Para entrar un poco en el tema, ya que el congreso es de estudiantes mexicanos, cuéntanos ¿Por qué decidiste viajar a estudiar hasta Londres?
Citlali Helenes: Yo deseaba estudiar la maestría en el área de neurociencias, así que escogí UCL porque el área de neurociencias aquí es muy buena, de hecho es de las mejores en toda Europa, con diferentes sub-áreas y muchos laboratorios; con aproximadamente 16 programas de maestría dentro del área de neurociencias. Además, UCL tiene un convenio en México con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), lo que hacía más probable el obtener una beca para estudiar en el extranjero. Terminando la maestría regresé una temporada a México y ahora de nuevo estoy en UCL estudiando el Doctorado.
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JC: Háblanos un poco acerca de tu proyecto de doctorado, ¿de qué se trata?
CH: Yo trabajo en el área de regeneración y células madre. Mi proyecto se enfoca en ingeniería de tejidos, tratando de crear tejido neural en el laboratorio de tal manera que crezca formando una estructura tridimensional que se parezca al cerebro humano. Por medio de cargas eléctricas producimos un spray muy fino, estamos hablando de gotitas de un diámetro de nanómetros y micrómetros[1], estas gotitas contienen células humanas que se convertirán en neuronas. Entonces, por medio de este spray, podemos agregar “capas” de células y formar poco a poco un modelo tridimensional. Mi proyecto está dirigido por la Dra. Patrizia Ferretti en el Instituto de Salud Infantil (UCL-Institute of Child Health)
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JC: ¿Qué esperan descubrir con tu trabajo?
CH: En general, los órganos se construyen para dos propósitos: el primero es para reemplazar, mediante trasplantes, órganos deteriorados en personas enfermas; el segundo es para poder hacer investigación con ellos y estudiar cómo funcionan bajo las condiciones controladas del laboratorio, sin transgredir los lineamientos éticos de la investigación en humanos.
Proyectos como el mío nos permitirán en el futuro conocer más el desarrollo del cerebro y cómo se comportan las células vivas en un microambiente tridimensional. Actualmente, la mayoría de las investigaciones con tejidos neuronales humanos se realizan en cajas Petri en donde las neuronas están sembradas en una superficie plana, pero el cerebro no está organizado así; el cerebro tiene volumen. Crear un tejido tridimensional en el laboratorio podría reflejar de manera más fiel cómo se comportan las células como neuronas, oligodendrocitos (células que producen la mielina, una sustancia que permite agilizar el flujo eléctrico en la neurona) y astrocitos (células que dan mantenimiento y soporte al sistema nervioso) dentro de un ambiente más parecido al cerebro, como el tuyo y el mío, y así entender mejor cómo funciona nuestro sistema nervioso. Esto es todo un reto, ya que el cerebro es uno de los órganos más complejos de nuestro cuerpo, tan complicado de descifrar que aún sabemos muy poco acerca de su funcionamiento.
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JC: ¿Qué otros retos enfrentas para hacer crecer un cerebro a partir de prácticamente unas cuantas células?
CH: Bueno, un cerebro humano normal está estructurado de forma muy específica de acuerdo a las funciones que cada parte de él realiza; para que un cerebro se organice bien debe estar expuesto a estímulos específicos. Una cosa es crear un tejido lleno de neuronas, pero para poder desarrollar un cerebro en el laboratorio, en teoría, este debería estar expuesto a los mismos tipos de estímulos a los que estamos expuestos los seres humanos, para poder desarrollarse de manera tan compleja. El camino para poder desarrollar un cerebro semejante al del ser humano es aún muy largo y lo que yo voy a hacer son tan sólo los primeros pasos de una investigación que involucra a muchas personas, recursos y sobre todo mucho tiempo.
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JC: ¿Cómo es un día común trabajando en el laboratorio?
CH: Mi rutina es llegar y desayunar, revisar correos por si hay algún pendiente, revisar el cronograma del día o elaborarlo porque hay que coordinarse con las demás personas que también tienen que utilizar todos los equipos. Algunos aparatos están en el primer piso, otros en el tercero, así que hay que correr por todos lados. Comes cuando ya no aguantas el hambre y continúas trabajando hasta las 8 de la noche cuando cenas y regresas a casa. Aproximadamente una tercera parte de la gente del laboratorio son ingleses y los dos tercios restantes de todas partes del mundo, así que no hay que olvidar escribir todo en inglés. Me ha pasado que a veces pregunto por un reactivo, me mandan al tercer piso por él y cuando llego me encuentro con tres frascos con nombres en chino en donde debería estar el reactivo, y pues ni a cual irle. Los fines de semana puedo escuchar mi música sin audífonos mientras trabajo, un poco de rock, folk y pop, también algo de música clásica.
Citlali Helenes en su laboratorio en UCL
JC: ¿Cuándo fue que te convenciste que querías dedicar tanto esfuerzo y tiempo a especializarte en neurociencias?
CH: Desde la universidad batallé mucho para saber qué quería estudiar. Inicié tres carreras diferentes y no estaba segura qué quería estudiar. Sabía que me gustaban las ciencias naturales, la química, la biología. Primero entré a estudiar medicina, después me cambié a ingeniería en biotecnología y por último químico fármaco-biólogo. De esta última me titulé, aunque nunca he ejercido como tal. En medicina pensaba estudiar una especialidad en psiquiatría. Pero en realidad nunca tuve un momento específico en donde dijera “lo mío son neurociencias”. Me gustan mucho las ciencias naturales y todas sus áreas, pero por ahora me encanta mi proyecto y me emociona.
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JC: ¿Qué crees que es lo más importante para tener éxito haciendo ciencia en Londres o cualquier parte del mundo?
CH: Lo más importante que debe tener un estudiante de doctorado es la motivación. Si tienes la motivación, entonces cada reto que enfrentes se te hará un poco menos difícil; si no la tienes, entonces todo te parecerá imposible, no importa qué tan inteligente y qué tan buen estudiante seas. Para mí, por ejemplo, fue difícil llegar a un lugar nuevo y sentir que era la menos preparada y la que menos sabía o menos experiencia tenía, pero me mentalicé en que si había sido aceptada era por algo, cambié la mentalidad de que tenía que ser súper inteligente para triunfar por la voluntad para aprender.
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JC: Mucha gente lo sabe, pero platícanos un poco acerca de tus proyectos de divulgación de la ciencia.
CH: Bueno, pues cuando acabé la maestría regresé a México por varios meses. Mientras preparaba los papeles para el doctorado, los contratiempos me detuvieron 8 meses. Así que me entró la espinita de hacer una página de internet con una profesora de mi universidad en Tijuana. Ella me introdujo a la divulgación en radio y aunque no se concretó nada estoy agradecida con la experiencia que gané. De regreso a Londres escuché acerca del blog “Neurociencias México” y busqué la oportunidad de integrarme haciendo un podcast que se llama “enchúlame la mente”. Incluso en algún momento espero poder enfocarme un poco más en comunicación de la Ciencia.
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JC: ¿Cuáles son las diferencias en divulgación entre Londres y México?
CH: Para empezar, en Londres la gran mayoría de los museos son gratis; hay museos donde realizan muchos tipos de actividades para capturar a su público. La cantidad de gente que va es sorprendente, y es gente que no necesariamente tiene mucho que ver con la ciencia en su trabajo. Mientras que en México no hemos sabido apropiarnos tanto de una cultura científica. Aquí usan mucho la comedia y el humor al hablar de ciencia, tratan de hacerlo agradable y divertido, y eso funciona muy bien.
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JC: Hablando de comunicar ciencia ¿qué es lo podremos ver en este simposio de estudiantes Mexicanos en UCL?
CH: Bueno, el congreso da a conocer todas las investigaciones y los resultados que se han obtenido, pero no sólo eso, los estudiantes que participan también pueden hablar de diferentes temas que sean de su interés, siempre que estén dentro de las áreas que marca el simposio, todo esto en la modalidad de posters, conferencias, mesas redondas y por supuesto los eventos sociales.
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JC: Para cerrar entrevista ¿Qué te ha parecido Londres hasta ahora?
CH: Londres es una ciudad muy grande, está llena de oportunidades en el ámbito académico y también en la parte social, puedes conocer gente de todas partes del mundo y de todas las profesiones. Lo único que hay que tener en cuenta es que la vivienda es muy cara, y, por esa misma razón, sí batallas un poco para poder encontrar un buen lugar en donde vivir. Pero lo vale por tener la oportunidad de dedicarte a lo que te gusta.
Agradecemos mucho la colaboración de Citlali para esta entrevista y a todo el comité organizador del XIII Simposio de Estudiantes y Estudios Mexicanos del University College London, si el lector está interesado sobre este tema puede visitar el sitio de NeuroMéxico donde encontrará el podcast de Citlali, “Enchúlame la mente” y muchos otros materiales muy interesantes de científicos divulgadores, disponible online.
Imagen de portada: Neurona cortical teñida con anticuerpos que reconocen una subunidad de neurofilamento NF-L en verde. En rojo se muestran las células madre teñido con anticuerpo para alfa-internexina. Imagen creada usando anticuerpos de EnCor Biotechnology Inc. GerryShaw
[1] Un nanómetro se obtiene de dividir un metro en mil millones de partes iguales, es una milmillónesima parte de metro.
¿TE HA SERVIDO ESTE ARTÍCULO? ASÍ PUEDES CITARLO: http://revistamito.com/armando-un-cerebro-entrevista-a-citlali-helenes-gonzalez/ : «Armando un cerebro: entrevista a Citlali Helenes González». Publicado el 8 de julio de 2015 en Mito | Revista Cultural nº.23 – URL: |
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