La innovación como característica de la evolución, necesidad humana y factor primordial para el desarrollo de la sociedad contemporánea.
«Las personas son el centro de cualquier proceso de innovación «. Langdom Morris
El pensamiento evolucionista tiene su origen en la biología, su máximo representante aún en nuestros tiempos es Charles Darwin, y a partir de su teoría se creó toda una corriente de estudio, misma que no se limitó a tratar ámbitos de la naturaleza, sino que se produjeron múltiples derivaciones al respecto.
La teoría evolucionista se encuentra inmersa en diversas áreas de estudio como: la epistemología, la psicología, la historia, la economía etc. En cada una de ellas se le da un enfoque distinto, pero siempre se retoman ideas principales que giran en torno a la evolución como: la adaptación al medio, la renovación, el aprendizaje y la innovación, ésta última es el tema principal que abordaremos en las siguientes líneas.
Innovar se ha convertido en una necesidad imperiosa en todos los ámbitos en los que el hombre se desempeña, siempre con el claro objetivo de ser diferente a los demás, de ser el mejor, de ser único. Esta necesidad la transferimos a cada una de las actividades que realizamos y cuanto más, al mundo organizacional.
Cuando escuchamos la palabra innovación, indiscutiblemente pensaremos en tecnología, pero esta relación no es nueva, uno de los primeros autores en hablar sobre estos dos aspectos fue Joseph Schumpeter (1912) quien definió la evolución en el ámbito institucional y propuso al cambio tecnológico como agente promotor del cambio. Una de sus principales aportaciones es el concepto de destrucción creadora: la creación de nuevas industrias y la desaparición de las antiguas, proceso que tiene como principal actor al innovador, quien acepta los riesgos que involucra la innovación y es capaz de transformar la incertidumbre que provoca la misma, en oportunidades y beneficios. Una persona innovadora rompe paradigmas, crea nuevas tendencias, fuentes de crecimiento, de empleo; así como nuevos sectores tanto para la industria como para la investigación.
El proceso de innovación implica aprender a utilizar y transformar las tecnologías, todo esto dependerá del medio y el momento en que se desarrolle, factores que también se involucran en el mercado y marcan la pauta para el éxito o fracaso del mismo.
Innovación. Ruta N Medellín
La trayectoria de un innovador está llena de tropiezos, todos los grandes desarrolladores de tecnología han tenido un sinfín de desaciertos y han tenido que reinventarse en numerosas ocasiones, esto debido a las cambiantes necesidades del mercado, aunque son pocos los que han podido romper sus propios esquemas, buscar nuevos horizontes y crear nuevos sectores.
Tal es el caso de IBM creada en 1911, en aquel entonces vendía máquinas cortadoras de queso y balanzas comerciales, después pasó a dedicarse a la fabricación de discos flexibles y computadoras, debido a la fuerte competencia en este sector tuvo que buscar alternativas de negocio y empezó a centrarse en el servicio de consultoría y actualmente invierte gran parte de sus recursos a la investigación. Apple inició como un proyecto de garaje, dedicado a la venta de computadoras personales, después de varios aciertos y numerosos tropiezos, da un giro al sector musical con el lanzamiento de ITunes y el IPod, y al mercado de la telefonía con el IPhone, aunque actualmente ha recibido numerosas críticas debido a la falta de creatividad en sus nuevos dispositivos sigue siendo considerada una empresa líder en innovación.
La lista de empresas que han cambiado su giro y estrategia en el mercado es aún más larga, pero ¿cómo han logrado reinventarse?, sin duda alguna es gracias a sus líderes. Diversos estudios han centrado su atención en las características del empresario innovador, tratando de explicar el porqué de su éxito. Uno de los rasgos clave que se han detectado es la proactividad, para Ralf Schwarzer es la creencia de las personas en su propio potencial para reinventarse a sí mismas y a su entorno; para Bateman y Crant (1993), ésta particularidad involucra la capacidad de generar cambios y no solo preverlos, estos investigadores entrevistaron a distintos empresarios y afirman que el comportamiento proactivo influye positivamente en los empleados y por lo tanto a las empresas.
En cualquier ámbito en el que el hombre se involucre es posible innovar, por ejemplo: en la educación, tanto los métodos de enseñanza que se usan como las herramientas utilizadas, no son las mismas que predominaban en las aulas hace tan solo 20 años; en la comunicación, más allá de los gadgets que utilizamos, la forma de comunicarnos siempre está en constante evolución y lo hace de una manera tan rápida al igual que la cultura misma, ejemplo de ello son los ‘memes’ que si bien se ha popularizado su uso gracias al Internet, siempre han existido y permiten la transmisión de información de un individuo a otro; en la sociedad, las llamadas ‘familias disfuncionales’ ya no son mal vistas, pues la ruptura del matrimonio es socialmente aceptado e incluso se aprecia como algo benéfico para el crecimiento del individuo; al aspecto social podemos añadir que cada vez se vuelve más común que dos personas del mismo género asuman la responsabilidad de formar una familia para dar sostén a la sociedad moderna.
Para encontrar resultados de la innovación solo es necesario observar detenidamente a nuestro alrededor, pues no es un proceso que se limite al ámbito tecnológico o empresarial, en la actualidad es un factor determinante para subsistir a nuestro entorno por demás cambiante, necesitamos gestionar la incertidumbre asumiendo riesgos, tomándolos como oportunidades y no como amenazas, actuar para responder las necesidades del entorno, crear oportunidades donde nadie más las ha detectado, ser insistentes, tolerar el fracaso y, en resumidas cuentas: transformar las ideas en acciones.
Para saber más…
- Bateman y Crant (1993) «The Proactive Component of Organizational Behavior» Journal of Organizational Behavior, Vol. 14.
- Schumpeter, J. (1976) “Teoría del desarrollo económico”, México: Fondo de Cultura Económica.
- Vence, X. (1995). Economía de la innovación y del cambio tecnológico: una revisión crítica. Siglo XXI, Madrid.
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