Hay días que se hacen como un bucle en tu recuerdo, o de humo, y luego se apretujan contra los muros de la impaciencia. Escribirte sin que lo sepas se ha vuelto la escafandra para no ahogarme en el abismo de las presunciones. Te extraño, y por inútil que parezca; espero algún mensaje tuyo o una llamada perdida en el buzón de las ironías. Saber que no eres sino un rostro imaginado en la memoria por “sabrá Dios qué coincidencias” me ha costado tanto trabajo entender, pero que duele tanto. Me duelen las palabras que no dices y que quisiera escuchar; me duele tu silencio, el grito de un desconocido en la calle… el cigarro que se quedó prendido en el cenicero sin fumar. La indiferencia con que trascurren las horas entre estas cuatro paredes es abominable. Ahora sé, que no soy por voluntad propia quien se precipita en racimos de tristezas como botella arrojada al mar, que es algún karma o genio nefasto quien me coloca en este juego de palabras para sacar lo mejor y lo peor de mí. No ofreceré más disculpas de amor ni seré un corazón abierto a los designios del destino “la fragata en que navego contra el viento no izará más velas de credulidad”. No basta con sólo pronunciar tu nombre para tenerte aquí; lo sé, ni levantar las manos del piso en señal de duelo para olvidarte. No basta con mirar las fotos que de ti tengo para ser feliz; recordar la tarde en que salimos a devorar el día aquel domingo (aún guardo el mensaje donde me decías “Aquí, pensando el tema de la primera impresión”). Las horas inciertas de un crepúsculo amenazante de lluvia nos llevaron hasta el café del centro después de comer “estabas más hermosa que nunca” y yo te imaginé como a una flor radiante envuelta en ese abrigo, más blanco que los pétalos de una rosa. Me bebí tu rostro cada segundo que pasamos juntos y le puse un nuevo nombre a mis recuerdos.
Portada: Pensando | Mariela De Marchi Moyano
¿CÓMO CITAR ESTE ARTÍCULO? : «Aquí, pensando». Publicado el 14 de noviembre de 2016 en Mito | Revista Cultural, nº.39 – URL: |
2 Comentarios
Tema complejo el del amor, a veces lo construye la intensidad del poeta que la realidad en sí.
Buena prosa amigo, te pegó duro el amor.