Velocidad rítmica, movimiento corporal frenético y una alegría desbocada, serían algunas de las características que este particular músico daría a todas sus composiciones, la más conocida: Nothing from nothing “Nada de nada”, grabada allá por los años setenta y por la cual muchos le conocimos, sería su mejor ejemplo. Pero Billy en sus primeros años como cantante y músico, no sólo tocaba y cantaba; bailaba al más puro estilo del padrino del soul James Brown, como lo hiciera en un programa televisivo con la canción Agent Double O Soul, en el que es asistido en el piano, ni más ni menos que por Ray Charles, otro de los gigantes de la música negra (entendiéndose ésta, como la representante de los ritmos soul, jazz, gozpel, blues y otros derivados de ella).
Billy Preston, el “quinto Beatle” (1946-2006) considerado un niño prodigio, participó desde los diez años de edad en las famosas “bandas de acompañamiento” tan características del góspel junto a Mahalia Jackson y al reverendo James Cleveland. Por increíble que parezca, Billy a la edad de siete años ya tocaba el órgano y dirigía el coro de la iglesia local; a los once, se le ve en una escena de televisión tocando el órgano y cantando a dúo la canción Blueberry Hill con el gran Nat King Cole; a los doce, participa en una orquesta sinfónica y aparece en la película St. Louis Blues (1958) representando al compositor de blues W. C. Handy.
Originario de Houston, Tejas, Billy aprende a tocar el piano gracias a Rodena, su hermana mayor; pero ya desde los tres, en el regazo de su madre, pulsa las primeras teclas del que será, su eterno acompañante. Dotado no sólo de una gran destreza en el arte de tocar el piano, sino además, poseedor de un talento innato para la composición y el canto; Preston se perfila durante más de 40 años como uno de los principales actores en la escena musical de los Estados Unidos.
A los frenéticos y espirituales ritmos del soul y el góspel (de los que era experto aun siendo tan joven), Billy añadiría la efervescencia del rock and roll gracias a la influencia de Little Richard “Ricardito”, quien lo escucha por primera vez durante una función de las tantas que se realizaban en su congregación en 1962 (cuando Billy tenía dieciséis años y Ricardito era ya todo un ídolo). Reconociendo su extraordinaria destreza en el teclado, Little Richard lo invita a tocar con él en una gira por la Gran Bretaña, en la que también participan estrellas como Sam Cooke y Gerry and the Peacemakers.
Esta gira le valdría su primera incursión en el mundo del rock & roll –y a qué nivel-, ya que hasta entonces sólo se había limitado a tocar góspel; pero sería otra oportunidad para mostrar sus dotes musicales, ahora ante el público europeo. En esta gira, Sam Cooke queda tan impresionado con el joven Preston y su manera de tocar, que de inmediato lo contrata para grabar un disco en su compañía discográfica SAR. El resultado sería su primer álbum titulado Sixteen years old soul realizado en el año 1964, cuando Billy tenía dieciocho años.
Más tarde se hace amigo de George Harrison (amistad que duraría toda la vida), y es así como comienza su ya conocida y legendaria colaboración con The Beatles. Participación que le valdría en forma permanente y “oficial” –ya que es el único reconocido por el “cuarteto de Liverpool”- el título de “quinto Beatle”. Cuenta Billy que por aquella época aprendió mucho de Ricardito y que Los Beatles le dedicaron algunas canciones, que incluso lo invitaron a unirse a ellos en el escenario, pero que él se negó, pues Little Richard se habría disgustado.
Para el año 1966 -cuando Billy tenía veinte años-, su fama como organista se había consolidado y atrajo la atención del productor Jack Good para sustituir a Leon Russell en el programa de televisión “Shinding”. Un programa musical que además le da oportunidad de firmar un contrato con la compañía disquera Capitol, para la cual graba: The wildest organ in town en ese mismo año, y The most exciting organ ever al año siguiente.
En ese tiempo y durante las grabaciones de Shinding conoce a Ray Charles “su gran ídolo”, con quien tiene ocasión de trabajar y más adelante, hacer equipo, cantando y tocando en su propio grupo: Billy and The Billettes. Esta relación duraría tres años y daría como fruto varios acetatos, desde el primero titulado Ray Charles Cryin Time grabado en 1966, hasta el último en1969.
Una vez terminado su contrato con Capitol Billy se reúne con George Harrison, quien de nuevo lo invita a colaborar con el grupo, ésta vez con motivo de la película y el álbum Let It Be, en los cuales participa activamente ganando “a pulso” el honroso título de “quinto Beatle”.
Tanto el álbum como la película se volverían éxitos mundiales; con ello la fama de Billy, pero Preston no explotaría jamás esta distinción para su beneficio, aún en los tiempos más difíciles. Con los altibajos que sufre cualquier gran artista, él aprende a sobrevivir de su talento. Billy Preston siempre fue Billy Preston. En todos los títulos de sus discos y en sus presentaciones ante el público, nunca añadiría la frase, “el quinto Beatle”.
Billy Preston colaboró en forma particular con George Harrison y John Lennon; así como con otros grandes artistas de la talla de Elton John, King Curtis, Eric Clapton, Sammy Davis Jr., Aretha Franklin, Bob Dylan, Quincy Jones, Richie Sambora y los ya mencionados: Ray Charles, Little Richard y Sam Cooke.
Colaboró también con los grupos, desde los Jackson Five, Rolling Stones y Jaguares en giras y conciertos; hasta Red Hot Chili Peppers y Sly Stone. De los años 1965 hasta 1995 grabó en solitario un total de 18 discos y en 1973 obtiene el Premio Grammy al mejor disco instrumental por Outta Space.
Otros de sus grandes éxitos fueron Will It Go Round In Circles y With You I´m Born Again, a dúo con Syretta Wright que alcanzaría el puesto número 4 de las listas Billboard, sin olvidar que fue también el autor del éxito de Joe Cocker, You Are So Beautiful.
Let It Be no sería la única película en la que Billy Preston dejaría plasmada su huella, también lo haría en las películas Sargeant Pepper y Blues Brothers 2000.
Nada de nada, la canción más recordada de este gran artista, parece sugerirnos en medio de ese violento y alegre teclear de sus dedos que nuestra vida es, entre lo material y mundano; al fin de cuentas sólo eso, nada… como un grano de arena más que se pierde entre las infinitas arenas de los océanos.
¿CÓMO CITAR ESTE ARTÍCULO? : «“Nada de nada”: Billy Preston». Publicado el 21 de agosto de 2016 en Mito | Revista Cultural, nº.36 – URL: |
1 Comentario
Excelente , bien documentado