Hasta el próximo 6 de enero se exhibirán en la antigua Lonja del Pescado de Alicante elementos ambiguos, figuras mitológicas, paisajes o visiones que inspiraron la obra de los artistas desde inicios del siglo XX. «La imagen fantástica», antes expuesta en el Centro del Carmen de Valencia, está organizada por el Consorcio de Museos de la Comunitat Valenciana y comisariada por Carlos Arenas; su mayor satisfacción, después de reunir tantas obras en una macro exposición como la de Alicante, es “ver que el trabajo que has hecho le interesa al público, que la gente lo encuentre atractivo y que muestra curiosidad”.
El recorrido se inicia en el siglo XX, donde la «imagen fantástica» irrumpe con fuerza como fórmula para referirse a la realidad, pero evadiéndose de ella. Organizada de forma temática y retrospectiva, la exposición recorre diversos ámbitos en los que las obras de José Segrelles -y una obra de José Benlliure- son el punto de partida.
La exposición brinda la oportunidad de ver piezas nunca expuestas en la Comunitat Valenciana, como la serie de ilustraciones «Los siete pecados capitales» de José Segrelles, hoy en manos de un conocido coleccionista de Barcelona. También de éste hay obras más reconocibles como «Torre de cráneos«, con la que ilustró la obra «Los muertos mandan» de Vicente Blasco Ibáñez, o la titulada «Pesadilla«, que procede de la Casa Museo del Pintor José Segrelles de Albaida (Valencia).
De Josep Renau podemos conocer «Las dos anclas de la agresión» (1954), perteneciente a los fondos del IVAM y que no se había expuesto hasta el momento. La muestra ofrece también un conjunto diverso de disciplinas desde la pintura o el dibujo… hasta los fotomontajes.
La exhibición reúne piezas de José Segrelles, José Benlliure, Antonio Muñoz Degraín, Daniel Sabater, Manolo Gil, José Vento, Juana Francés, Josep Renau, Monjalés, Sixto Marco, Equipo Crónica, Rafael Calduch, José Jardiel, Horacio Silva, José Quero, Antonio Alegre Cremades, Pepe Azorín, Joan Castejón, Theo, Javier Garcerá, Sam, Ximo Lizana, Mercedes Vandendorpe, Joël Mestre, Chema López y Nelo Vinuesa.
Se abren, también, las puertas a las nuevas investigaciones con los proyectos de Ximo Lizana, Nelo Vinuesa, Chema López o Mercedes Vandendorpe.
Lo fantástico conforma una categoría estética fundamental en la Historia del Arte y, de manera muy especial, en el Arte contemporáneo. En la construcción de estas imágenes prima la visión personal de cada artista, su capacidad para fantasear e imaginar, plasmando ideas que lejos de distanciar al espectador de la realidad le acercan más a ella desde la metáfora o la alegoría.
José Segrelles Ilustrador Universal.
Carlos Arenas, comisario de “La Imagen Fantástica”, es un entusiasta del cine y de cuanto tiene que ver con el proceso creativo -y apasionado- de la ilustración de comics y libros. Arrancó esta exposición con su encuentro con las obras originales de José Segrelles acompañando a John Howe, otro ilustrador universal conocido sobre todo por sus aportaciones a El Señor de los Anillos y The Hobbit, en su vista a la mencionada Casa Museo de Segrelles en Albaida.
La pintura y el cine comparten mucho más que ser creadas para ser contempladas. La pintura se convierte en universal al poder retratar lugares lejanos o recrear mundos inventados, traspasar países y culturas; alguna de ellas, incluso logrando sobrevivir al transcurso del tiempo y convertiéndose en mitos después, no sin antes haberse instalado en nuestras casas, en los museos o en las ciudades.
El ilustrador José Segrelles (1885-1969 Albaida-Valencia-España) puso muy pronto su destreza artística al servicio de la ilustración de la literatura más universal, empleando gran parte de su juventud. Coincidiendo con su madurez artística se propuso dar a conocre su obra en Europa y Estados Unidos. Las revistas y los rotativos de más tirada en aquellos años veinte y treinta del efervescente siglo XX publicaron sus ilustraciones a toda página y a todo color. Cosmopolitan, Redbook, Illustrated London News, The American Weekly, The Art Digest, The New York Times, Fortune, La Esfera, Blanco y Negro, entre otras.
Las obras expuestas en museos, catedrales o academias favorecen la contemplación de las colecciones pictóricas y la perpetuación y consagración de los artistas que las crearon. Pero hay otras formas de divulgación además de la contemplación de las obra originales. Segrelles prefirió la ilustración de libros; hoy, aquellas obras, siguen siendo vistosamente reproducidas en libros y coleccionables, que se cuelan en bibliotecas y hemerotecas públicas y privadas, en las librerías de familias modestas o adineradas.
De esta manera, el arte de José Segrelles ha transgredido los siglos de los siglos y ha llegado con su sugestiva fantasía a las pupilas de los que hoy, apoyándose en la riqueza plástica de los pintores o ilustradores, forjan los fundamentos antes de poner en escena las películas que entretendrán y contemplarán fascinadas las actuales generaciones.