«Para que pueda ser, he de ser otro,
salir de mí, buscarme entre los otros,
los otros que no son si yo no existo,
los otros que me dan plena existencia.»
Octavio Paz (*)
Minicrocrónica de un estreno
La obra empieza a las 18 horas. La dirección del teatro es en una casa vieja en el barrio de Almagro en Buenos Aires. Está atardeciendo pero todavía el día está a pleno porque es verano en este hemisferio.
Mientras hacemos la cola en la calle una mujer se asoma a la ventana y nos observa. Lleva una camisa blanca, unas calzas marrones y tiene el maquillaje, parece una recepcionista. Mira desde la ventana, nos mira, vuelve a dentro, vuelve a salir…
Abren la puerta. Hombres y mujeres de guardapolvos blancos deambulan por toda la casa-teatro, que me doy cuenta, no es una casa-teatro normal sino que la han transformado en una especie de clínica.
Uno de los hombres en delantal blanco es el que vende las entradas. La mujer que salía a mirarnos por la ventana, como bien adiviné, es una especie de recepcionista que nos conduce a sentarnos en una sala. De a poco vienen algunos doctores, nos llevan de a uno a diferentes cuartos y nos preguntan cosas personales.
Se genera una relación íntima, similar a la real entre médico y paciente.
Sabés que es un juego, te relajás y te dejás llevar.
A veces los adultos no estamos acostumbrados a jugar y tenemos el acto un poco oxidado, pero confías, te dejás hacer
La casa es grande y en cada una de las habitaciones sucede algo. Una chica en delantal te pregunta sobre tu niñez, en otra, un chico con delantal te pide que dibujes algo, en otra te juntás con otros participantes del público e intercambiás miradas desorientadas sobre qué cuernos es todo aquello y sonreís, todos sonríen.
La sensación es agradable porque las cosas se van dando en un tono de sorpresa, humor, conversaciones espontaneas y una especie de aventura a lo desconocido, porque no podés adelantar ninguno de los pasos siguientes, todo lo que sucede es impredecible.
El espectáculo continúa y toma otro tono. La clínica médica se transforma de manera insospechada en un lugar que va a albergar historias, sonidos, luces y oscuridades.
No son historias de cualquier cosa, son historias de mujeres que han sido niñas y de hombres que han sido niños (o de hombres que han sido niñas y mujeres que han sido niños).
Son las historias, de una u otra manera, de los que estamos ahí reunidos en ese momento, en ese teatro que ahora es íntimo y circular, viéndonos representados.
El juego de luces, sobras, canciones y otros sonidos, hace que la vivencia sea honda, profunda. Es un rato en la tarde de un domingo que es una escapatoria a la tarde de domingo.
Los detalles y los contextos
Reza así la cartilla de paciente que te entregan a la entrada:
“Ex-niñas es una obra con base en la antropología teatral sobre la niñez femenina en la que, a partir de una actividad de intercambio con los espectadores, recuperamos memorias e historias de la infancia para interpretarlas en escena. Es un encuentro colaborativo en el que, escuchando al público, enriquecemos nuestra dramaturgia y buscamos una reflexión sobre el lugar de las niñas en el mundo.
Ex-niñas aborda temas como la violencia de género, los mecanismos sociales de opresión pero también las propias estructuras infantiles en las que el deseo y la pregunta están presentes en la vida privada de la niña.
Cada función es distinta y depende qué eliges compartir como espectador. Se trata de un convivio en el que el consultorio, las batas, los exámenes, son sólo un pretexto para abrirse al recuerdo y al diálogo”. (**)
Y sobre el Teatro horizontal:
“Somos muchas personas y pocas, regadas por el mundo, cada día cambiando de horizontes, delimitando caminos, emprendiendo viajes. Teatro Horizontal es un grupo fundado por Karemi Pimentel y Sol Fernández en México. Dos compañeras que sintieron el deseo de trabajar juntas a pesar de las distancias geográficas. Desde el 2006, el grupo ha funcionado con distintos proyectos teatrales tanto en México como en Argentina, incorporando siempre nuevos integrantes.
Intentamos asimilar los constantes cambios y migraciones, los viajes y contradicciones propios del mundo. Buscamos comunicarnos con los espectadores sin jerarquías, explorando diversos lenguajes que empiezan con clown y siguen transformándose constantemente.
Nuestros escenarios han sido hospitales, asilos, orfelinatos, cárceles, calles, malecones, mercados, caminos, escuelas comunitarias y consultorios. Así podemos conectarnos de forma más cercana con las personas a las que queremos comunicar nuestras historias, pero ante todo, en estos sitios podemos incorporar sus vivencias como espectadores a las nuestras como intérpretes, creando en conjunto lo que amamos: el convivio teatral”. (***)
Esta cartilla-explicación con espacio para ser llenado por el espectador te acompaña durante todo el espectáculo.
Toda la dinámica teatral se desarrolla en estos dos sentidos de horizontalidad. Por un lado es horizontal porque a pesar de tener roles fijos como el de la dirección, la obra es una creación colectiva de todos sus participantes. También es horizontal porque los espectadores, en ese momento y en cuanto tales, con sus historias alimentan el hecho teatral y son incluidos en su participación con con sus propios cuerpos, participando activamente del juego que se les propone.
Ex – niñas es también un proyecto internacional latinoamericano que pretende crecer y dejar sus marcas en varios lugares del continente.
En este momento se están montando la misma obra con el mismo equipo de dirección en Chile y México, y piensan seguir expandiéndose “porque la problemática de silenciar la voz de las niñas es la misma en todos lados” – afirma uno de los actores.
Se trata de visibilizar las problemáticas femeninas que comienzan en la niñez y que muchas veces lejos de ser superadas a lo largo de los años, se reifican en la sociedad y se legitiman.
La labor de abordar estas problemáticas desde la perspectiva de género en los momentos más vulnerables de la persona que es cuando ésta es pequeña, coloca la obra Ex -niñas en un lugar del compromiso social sin por ello dejar de ser estéticamente innovadora.
Las partituras –que es como denominan los movimientos coreografiados dentro del círculo- son las que marcan y enmarcan el hecho artístico y le dan peso a las historias personales. Es por eso que esas historias en ningún momento se sienten satirizadas o bastardeadas, sino por el contrario, pasan de ser pequeñas anécdotas personales a tener carácter de significación simbólica.
Es al mismo tiempo, una propuesta bella y movilizante para el espectador.
Ficha técnica
En esta tercera temporada llevan a cabo el proyecto dirigido por Sol Fernández: Carolina Pulvirenti, Teodora Nogués, Andrea Arguello, Consuelo Rodríguez, Sergio Serrano, Esteban Kohen, Laura Sebastiano y Martín Fariña. La asistencia técnica está a cargo de Samuel Albores. La iluminación es de Mariano Arrigoni. Y cuenta con el auspicio de El Vahído.
Las fechas que quedan para esta temporada son 29 de marzo y 12 y 26 de abril en el Teatro La Lunares en Buenos Aires.
Para saber más, en su Web oficial y en Facebook.
(*), (**) y (***) Citas tomadas de la web oficial.
¿CÓMO CITAR ESTE ARTÍCULO? : «‘Ex-niñas’, una obra de Teatro Horizontal». Mito | Revista Cultural, nº 19. 30 de marzo de 2015. URL: |
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