Diego García, también conocido como El Twanguero, lleva tocando la guitarra desde los 8 años, cuando entró en el Conservatorio de Música de Valencia. Desde ese momento no ha soltado su guitarra, con la que ha girado con innumerables artistas, de la talla de Santiago Auserón, Andrés Calamaro, Jaime Urrutia o Diego El Cigala.
La prestigiosa revista Guitar Player, en su número 72, ya habló de Diego García con estas palabras: “…es difícil encontrar un guitarrista que conjugue tan bien un nivel técnico similar con unas buenas composiciones y que no esté sobrecargado de virtuosismos… un guitarrista de primera división.”
Su inquietud le ha llevado a grabar 3 discos previos: “Octopus”, “Twanguero”, “The Brooklyn Sessions”.
Ahora se suma este “Argentina songbook”, un maravilloso recorrido por la música argentina, desde los inevitables o los más ‘jóvenes’: Gardel, Óscar Alemán, Salgán, Yupanqui, Cuchi Leguizamón, Spinetta, Charly García, Piazzolla, Calamaro, Pappo, Cerati y Fito Páez componen el repertorio de este disco revisitado siempre bajo la mirada de la guitarra única de Diego Garcia: el sonido Twang de los años 50.
Grandes nombres de la escena mundial, Bunbury, Calamaro, Fito Páez, Ely Guerra y Diego El Cigala han querido sumarse a este ‘Argentina Songbook’ y poner su voz a estas composiciones.
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PREGUNTA. El cuarto disco en tu carrera, Argentina Songbook, y toda una vida ligada a la música. ¿De dónde viene esa pasión por la guitarra?
RESPUESTA. Cuando tenía 5 o 6 años descubrí unos vinilos de The Shadows que había por casa y me enamoré de esa Stratocaster roja de Hank Marvin. Más tarde me enganché al sonido Twang de sus discos, pero digamos que el primer flechazo fue visual. Está claro que Leo Fender conquistó a todo el mundo con ese diseño revolucionario.
P. ¿Qué queda del chico de los Be-boopers, Rock ‘n’ Bordes o Gallopin’ Guitars?
R. Ha sido un largo camino desde que formé mis primeras bandas y todavía siento que queda mucho por hacer. Siempre fui emprendedor en cuanto a proyectos musicales se refiere, pero en un momento me vi con la necesidad de tener que trabajar para otros artistas. Esto fue muy positivo, porque aprendí mucho de cómo llevar adelante una idea y defenderla a muerte. Yo llegué a Madrid con la intención de ser artista, pero era todavía muy joven y no era el momento, así que tuvieron que pasar 10 años para darme cuenta de lo que quería realmente. Ser autosuficiente sin tener que rendir cuentas a nadie.
P. Durante tu carrera has compartido escenario con figuras indiscutibles de la música. ¿Cuál fue la que más te sorprendió?
R. De todos se aprenden cosas, ya no sólo musicales sino de vida en general. En los 90 trabajé como músico en un magazine para un TV privada y tuve la oportunidad de tocar con Compay Segundo. Era un programa horrible de estos de después de comer y la verdad es que el entorno no acompañaba mucho, pero lo disfruté a lo grande.
P. Es reconocido tu exquisito trato a la guitarra y la limpieza de ejecución con la que tocas. Pero todo artista tiene siempre unas influencias, ¿cuáles son las tuyas?
R. En general toda la música de raíces, como el Blues, Tango, Country y Jazz más primitivo. También estudié guitarra clásica y escucho mucho flamenco, que es un estilo muy inspirador para cualquier músico, independientemente de lo que toques.
P. En Argentina Songbook has reunido a artistas como Andrés Calamaro, Enrique Bunbury, Ely Guerra, Fito Páez o Diego ‘el Cigala’ para hacer versiones de la música tradicional argentina. ¿Cómo se logra eso?
R. La verdad es que no estaba planeado. Se dieron una serie de circunstancias y empezaron a sumarse artistas. En realidad son todos amigos y aunque mi intención era la de hacer un disco instrumental con una sola colaboración, al final salió así. Ellos pusieron su arte y yo les doy infinitas gracias.
P. Tu guitarra da uniformidad al disco adaptando al sonido Twang de los ‘50 canciones de Carlos Gardel, Charly García, Oscar Alemán, Atahualpa Yupanqui o Astor Piazzola. De todos ellos, ¿quién es el autor más difícil de interpretar?
R. No creo que haya un autor más difícil en cuanto a complicación musical. En todo caso podría ser Piazzolla el más complejo técnicamente pero yo soy un instrumentista estudioso y me puedo enfrentar a cualquier material sin miedo. Yo creo que el reto era ¿qué pasa si hago una versión Ragtime de un tema de Gardel? ¿Me van a lapidar? Hay estaba la complicación, pero considero que salimos bien parados todos: los músicos y las canciones.
P. Durante la grabación del disco se filmó el documental El Twanguero-Argentina Songbook, que podrá verse a partir de abril de 2014, cuando se estrene. ¿Qué aspectos destacarías como más relevantes a la hora de grabar un disco?
R. Creo que la fase de preproducción es la más importante. Elegir bien el repertorio y ensayarlo, o incluso tocarlo en directo es fundamental. Yo grabo los discos en 2 o 3 días. En directo y con todo el mundo tocando a la vez. No me interesa otra forma de registrar la música. Pero para eso tienes que llegar al estudio con ideas más o menos claras y con músicos muy buenos, expertos y creativos. En realidad el secreto de los buenos discos está en elegir a los músicos adecuados.
P. Una faceta menos conocida tuya -pero importantísima en estos tiempos- es la producción. Recientemente el álbum Romance de la Luna Tucumana, de Diego ‘el Cigala’ ha ganado el Grammy Latino como mejor disco de tango del año. Parte del éxito es tuyo, no sólo por la producción, sino porque el disco nace del contacto con Diego para su participación en Argentina Songbook. Cuéntanos un poco sobre ello.
R. La verdad es que me considero un buen organizador y el tema de hacer un disco y tomar ciertas responsabilidades es algo que me sale de forma natural. Pero requiere mucha energía y desgaste, así que realmente no es algo que me plantee hacer en el futuro, a no ser que sea en mis discos. Con Cigala fue genial, porque él es un artista con mucha personalidad y un cantante muy dotado. Fue una experiencia única juntarse un mes en un estudio con Diego y hacer este disco. Además ganó un Grammy, así que creo que hicimos bien el trabajo.
P. Empiezas una gira por América Latina, Estados Unidos y Canadá para promocionar tu disco. Comenzó en Argentina en diciembre… ¿Qué va a encontrarse quién vaya a tu concierto?
R. Vamos a estrenar lo máximo posible del disco nuevo aunque también quiero repasar el material de mis discos anteriores. Llevo 4 años fuera de España y la verdad es que hay mucha gente que me escribe y que nunca me vio tocar mi música, así que quiero hacer también cosas de mi material Ragtime y Fingerstyle, que es el que acostumbro a tocar cuando giro por USA y Canadá. Suelo tocar mucho solo, especialmente en América, pero a partir de ahora me gustaría hacer esto más en Europa. Llevo muchos años haciendo esto (lo de tocar solo) y ahora con la crisis cultural española parece que no es mala idea sacar esto a la carretera.
P. ¿Algo que quieras añadir para nuestros lectores?
R. Bueno, podría decirles que compren el disco y blablá… pero creo que lo mejor sería que vengan a verme tocar en directo y si les gusta yo mismo les vendo el disco. Hoy en día ya hay que hacer de todo, pero en el fondo a mí me gusta.
P. Gracias por la amabilidad y por la entrevista.
R. Gracias a ti, me ha encantado la entrevista capo.
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Fotografías © Marc Van der Aa